En principio, no quiso opinar sobre las declaraciones del ministro de Minas y Energía de Brasil, Edison Lobão, argumentando que no conocía detalles de lo señalado, pero finalmente indicó que hasta donde entendía la declaración conjunta dice claramente que Paraguay recibirá más por su energía.
Borda sostuvo que al levantarse el multiplicador de 3.1 a 15.3 significa mover de 120 millones de dólares a 360 millones de dólares. “O sea es un neto absoluto de 240 millones de dólares más por año”, explicó.
Lobão dijo, según la prensa brasileña, que Brasil no pagará los 360 millones de dólares, sino que descontará de los intereses de la deuda paraguaya por la construcción de Itaipú.
El ministro expresó que en materia de deudas hay mucha discusión sobre el punto y eso no es lo que precisamente se estuvo hablando en la última reunión.
Fondo de desarrollo
Borda indicó que para la utilización de los mayores recursos que provendrán de Brasil, se debe desarrollar una política clara. En tal sentido, considera que deberán ser destinados a un fondo de desarrollo y un fondo anticíclico (de contingencia para épocas de decrecimiento económico), a fin de evitar que sean utilizados para financiar gastos corrientes en el presupuesto y termine bajando el tipo de cambio.
A su criterio no se debe caer en una visión casi populista de llevar a los municipios y las gobernaciones, porque no se ejecuta bien y genera una pereza fiscal. Borda insiste en que, a pesar de estos mayores recursos, el Estado tiene la obligación de seguir mejorando sus recaudaciones y aumentando la presión tributaria.
Lacognata descalifica al ministro de Energía del Brasil, Edison Lobão. El canciller le resta autoridad para hablar de Itaipú, diciendo que si lo hace es a título personal, pues no es la voz oficial del Gobierno brasileño. “Es una expresión más”, dice. En cuanto a Yacyretá, urge iniciar la negociación mientras esté el actual Congreso, afín a la línea de Cristina Kirchner, según comenta. Anuncia que planteará a Lugo visitar la Argentina el mes próximo para establecer una agenda de negociaciones, ya que lo ideal es que para setiembre estén sentados frente a frente los negociadores, conforme señala.
El ministro de Relaciones Exteriores declaró ayer que a lo largo del proceso de negociación en Itaipú, “Lobão ha tenido una serie de manifestaciones poco felices, que no ayudaron al proceso de llegar a un resultado final”.
Aseguró que días antes de la culminación de la negociación, Lobão “se expresaba negativo en relación a Itaipú. Esta es la posición de él, no hay que tomarla como una posición oficial del Gobierno brasileño”, recalcó.
Según Lacognata, en el Brasil existen otras visiones mucho más progresistas, integracionistas. “La del presidente Lula, en ese sentido, ha sido muy decisiva para poder llegar a los resultados que hemos llegado”, alegó.
Consultado si se justifica la postura de Lobão, quien sostiene que el aumento de la compensación acordado a favor de Paraguay se descontaría de la “deuda” que tendría nuestro país con el Brasil en la construcción de Itaipú, respondió: “de ninguna manera”. Lacognata argumentó que la deuda que Lobão atribuye es una deuda que hace a Itaipú, no al Paraguay hacia el Brasil.
Lamentó el canciller porque muchas veces “se manejan medias verdades, pero por suerte los presidentes establecieron que los niveles de declaración sobre Itaipú sean los mismos mandatarios o, en su caso, los cancilleres, de tal manera, justamente, a unificar criterios y que no surjan voces paralelas que entorpezcan el proceso”.
CGR denuncia trabas para investigar deuda de Itaipú
por Ramón Casco Carreras
Una parte importante de la deuda que Eletrobrás reclama a Itaipú, cuyo saldo a finales de 2008 era de US$ 18.726,8 millones fue cuestionada por los negociadores paraguayos como “espuria”; empero, el documento de Asunción lo ignora. La Contraloría advierte al canciller y al director general de Itaipú que sus investigaciones sobre el pasivo contingente tropiezan con obstáculos.
Las declaraciones sobre los reclamos paraguayos en Itaipú, firmadas el sábado último en Asunción por los presidentes Fernando Lugo y Luiz Inácio Lula da Silva, ignoran la deuda que reclama la empresa mixta brasileña Eletrobrás a la binacional, incluso sus tramos contaminados que, en su momento, fueron catalogados como “contingentes” o espurios por los negociadores.
El punto 15
Interrogados sobre las causas de esa repentina amnesia, técnicos del Ejecutivo respondieron que ese aspecto figura en el punto 15 de la declaración de marras.
Acicateados por esa respuesta, leímos con mayor detenimiento la manifestación de intenciones de Lugo y Lula y lo que encontramos fue lo siguiente: “15. El presidente Fernando Lugo informó sobre la auditoría que la Controlaría General de la República del Paraguay está haciendo de la deuda de Itaipú Binacional, y su intención de transmitir sus conclusiones a la parte brasileña”.
Antes que cuestionamiento de la deuda espuria, demostrado fehacientemente por los técnicos de la comisión negociadora, parece una suerte de catarsis.
La CGR denuncia obstáculos
Para colmo de males, la Contraloría, cuyas conclusiones deben transmitirse a la parte brasileña, no se aclara si esa intención es solo informativa o si es para descontaminar la deuda, denuncia obstáculos en el andarivel de sus investigaciones.
La nota CGR Nº 4323, fechada el día 24 de este mes, en víspera de la firma de las “declaraciones de Asunción”, que tiene como destinatario al ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Lacognata, en el capítulo “obstáculos jurídicos” recuerda, por ejemplo, que el director general paraguayo de Itaipú (Carlos Mateo Balmelli) les había informado que “el archivo de la deuda, desde el inicio hasta la fecha, se encuentra en la margen izquierda (Curitiba).
Añade que Mateo les informó asimismo que “el detalle de la deuda desde su inicio hasta 1996, ya no se encuentra en los archivos físicos del área responsable, y que el detalle de la misma debe ser extraído de forma manual de los registros contables” (de la entidad).
La conclusión no se hace esperar: “Esta situación limitaría significativamente la opinión de la Contraloría General de la República sobre la deuda contraída por la citada entidad binacional, considerando que, de los 34 años que deben ser analizados, en el acceso a la documentación de 22 años se tendrían dificultades...”.
En otras palabras, de los 34 años de esa relación acreedor / deudor entre Eletrobrás y la entidad paraguayo-brasileña, la CGR tropezaría con dificultades para localizar los documentos que respalden 22 años de actividades en ese sentido.
La CGR, en otra conclusión en la misma nota, recuerda al canciller que la institución realizará en noviembre próximo el segundo seminario sobre control de entidades binacionales, razón por la cual le “insta a determinar con claridad los lineamientos de nuestras relaciones con el Brasil, de modo a que las entidades fiscalizadoras superiores puedan arribar a las mejores conclusiones sobre el control gubernamental externo en la entidad binacional Itaipú”.
En la otra nota, del día 22 de este mes, dirigida a Mateo, luego de señalarle las limitaciones que plantea a su trabajo las limitaciones mencionadas, le establece un plazo de 10 días para que le entregue “información detallada de la deuda y su documentación respaldatoria.
¿Y la deuda espuria ...?
En abril de 1986, los administradores de Itaipú anulaban una resolución de febrero de ese año en la cual habían establecido que la tarifa de la usina era de US$ 14,75 por KW-mes.
En las actas 80 y 81 del Consejo de Administración de la binacional constan que fue el director general brasileño, Ney Braga, el que pidió esa decisión, porque su país no podía absorber ese costo. La tarifa cayó a US$ 10/KW-mes.
Este año, técnicos compatriotas descubrieron documentos de Eletrobrás e Itaipú de 1985 y 1986 en los que demostraban que esa tarifa debió ser de US$ 17,10. La diferencia entre ese valor, de la que Brasil se aprovechó en un 98%, fue el origen de la deuda espuria hoy olvidada. |
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