La situación se torna desesperante ante la falta de lluvias. Algunos productores en forma arriesgada comenzaron la siembra de girasol y muchos esperan un poco de humedad para echar la semilla.
En forma generalizada el campo espera la bendita lluvia, pero fundamentalmente hoy la preocupación está basada en los productores que quieren apostar al girasol, ya que el pequeño milimetraje registrado al inicio de la semana anterior de aproximadamente 35 milímetros fue insuficiente y un porcentaje muy bajo se animó a sembrar girasol con todos los riesgos que esto significa.
Campos secos, algunos arados, otros todavía con los restos de la campaña algodonera que finalizó, a la espera de lluvias para poder trabajar. Esta sequía que viene azotando desde hace bastante tiempo viene provocando numerosas pérdidas tanto en la agricultura como en la ganadería. Los productores esperan en forma urgente una nueva lluvia que permita alentar esperanzas, ya que si miramos hacia atrás ya la campaña de girasol anterior no tuvo los rendimientos esperados por falta de agua, tampoco el algodón resultó satisfactorio con rindes muy bajos, así también la soja sufrió las consecuencias de la sequía, lo que complica la situación del productor.
No menos complicada es la situación de los ganaderos, que vienen siendo afectados de gran manera por la sequía, con pérdidas notables en la hacienda, ya sea por mortandad o traslados forzados que se vienen produciendo ante la falta de poder mantener la hacienda. No sólo la falta de agua para darle de beber a los animales es un problema sino también la alimentación que ante la falta de lluvias hoy sufre las consecuencias por el estado de la pastura natural.
Un panorama muy difícil el que se presenta y solo se espera que aparezcan las lluvias para poder empezar en lo inmediato una siembra de girasol que se puede hacer hasta fines del mes de agosto con fecha aconsejable y después pensar en soja primavera y la futura campaña algodonera.
Foto: Archivo Programa Infoagua |
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