En enero y febrero de 2010 habría una crecida importante del río Paraná y sus adyacentes, según datos del Instituto Nacional del Agua (INA). En la actualidad el cauce alcanza los 3,13 metros. El río Uruguay empezó a bajar y se aproxima a su caudal normal luego de alcanzar alturas preocupantes, pero no descartan que en octubre podrían darse nuevos eventos de crecida más significativo.
A partir de los datos proporcionados por el organismo, el prefecto principal José María Bustos, jefe de Prefectura Naval Paraná, indicó que si bien por estos días el comportamiento del río se mantiene en creciente, no es para alarmarse ya que no sobrepasará los límites normales, es decir entre 3 y 3,50 metros. “El río en los últimos días fue en clara tendencia creciente, pero aún así no va a traspasar los límites”, insistió el consultado.
Si bien trasmitió tranquilidad sobre el presente nivel del río, el jefe de Prefectura no dejó de destacar que para los primeros meses de 2010 está anunciado “un repunte fuerte y el río puede llegar a tener altura por sobre lo normal”, indicó.
El prefecto sostuvo que “el Instituto Nacional del Agua ya está recomendando a los productores ganaderos que tomen las medidas precautorias necesarias, sobre todo a quienes tienen animales en las zonas del Delta e islas, que en el período de inundaciones son siempre las más perjudicadas”.
Para el caso del río Uruguay, que semanas atrás atravesaba un período de creciente que llevó a que se registren picos que preocuparon en algunas localidades.
Por ejemplo, superó los niveles de alerta por inundación como en Alvear, Garruchos, Santo Tomé y Paso de los Libres, llegando incluso en estas últimas dos localidades a muy poco del nivel de evacuación.
El fenómeno se registró luego de muchos meses de bajante y se dio por las precipitaciones registradas aguas arriba, en Brasil.
Luego de alcanzar alturas preocupantes, el río Uruguay empezó a bajar y se aproxima a su caudal normal.
La perspectiva para el próximo trimestre indica precipitaciones de normal a superiores a lo normal en la cuenca. La primavera, por otra parte, es la temporada donde normalmente se producen las lluvias más significativas; por lo tanto, se esperan recuperaciones persistentes de caudal.
No se descarta algún evento de crecida más significativo, sobre todo en octubre.
Foto: Archivo Programa Infoagua
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