La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) alertó que el agua potable de las delegaciones de Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac contienen bacterias de origen fecal, a pesar del uso de cloro, lo que representa un alto riesgo para la salud de los habitantes de esas demarcaciones.
Esta situación, explicó el organismo dependiente de la Secretaría de Salud, es debido a que suelen presentarse filtraciones de agua contaminada a las redes de distribución.
De acuerdo con el último muestreo sobre la calidad del líquido, levantado en junio y julio de 2009 en el DF, demostró que estas delegaciones son las de mayor riesgo de contaminación bacteriológica del agua potable.
La Cofepris subrayó que la calidad del agua depende en gran medida de la calidad del servicio y ésta no se está garantizando en esas delegaciones, pese al cloro.
Cabe recordar que Miguel Ángel Toscano, responsable de la Cofepris, declaró en una reunión con reporteros realizada meses atrás que él no recomendaría tomar agua de la llave de la ciudad de México, e informaba ahí que la dependencia a su cargo realizaba un monitoreo de la calidad del agua potable que se consume en la ciudad de México.

Pese a la cloración
De 107 muestras que se tomaron en la red de abastecimiento en Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, nueve (8.4%) tuvieron presencia de bacterias de origen fecal (E. coli), pese a que la red fue clorada.
De acuerdo con la normatividad vigente, el cloro residual libre (CRL) en agua potable debe ser de 0.2 a 1.5 miligramos por litro, y en este monitoreo se encontró que no se cumplen con estas mediciones.
Asimismo, se determinaron siete muestras con cloro residual libre dentro de los límites de la norma (0.21-0.69 mg/L) y con presencia de contaminación por E. coli; además de una muestra con presencia de cloro por arriba del límite de la norma (2.39 mg/L de cloro) y con presencia de contaminación por E. coli.
La Cofepris realizó el primer muestreo en marzo de 2008, en Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta, Coyoacán y Tlalpan, en el que se indicaban bajas eficiencias de cloración.
Durante junio y julio de 2009 se efectuó otro segundo muestreo y se confirmó que los mayores riesgos sanitarios se localizan en las delegaciones de Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, informó el organismo.
Personal de Cofepris muestreó 94 colonias y 107 casas habitación, en cuyos resultados de cloración se observa que en la toma directa de la red del sistema de abastecimiento de agua 89.9% de las muestras contenía cloro residual libre en los niveles adecuados. En tanto que 71.9% no tuvo presencia de bacterias conocidas como coliformes totales y 91.6% no tuvo presencia de E. Coli.
A partir de este muestreo de tamizaje, la Cofepris señaló que si bien el sistema de abastecimiento de agua se está clorando, existe contaminación en las redes secundarias del sistema de abastecimiento de agua que impide que el cloro que se encuentra en la red tenga el suficiente tiempo de contacto para poder desinfectar el agua.

Es un error: GDF
El gobierno del DF consideró que es “totalmente irresponsable” el manejo informativo que hizo la Cofepris de un muestreo realizado entre junio y julio en esas demarcaciones, porque de ser cierta representaría un grave riesgo de exposición a enfermedades como cólera.
Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, aseguró que a diario se analizan 80 muestras de agua potable que se extraen de toda la red de distribución y hasta ahora ni una sola ha arrojado contaminación por heces fecales, por lo que exigió a la Cofepris “ponerse a trabajar y actuar con profesionalismo”.
“¿Cómo se atreven a publicar ese boletín sin haber cruzado con nosotros la menor palabra? Es una irresponsabilidad y desafortunadamente no se han puesto en contacto con nosotros, a pesar de que avisan que hace tres meses hubo un problema, pero emiten un boletín. Estoy seguro que fue un error”, dijo Aguirre.
Acusó que el estudio de la Cofepris está totalmente fuera de lugar, sin una metodología clara; limitado en sus alcances, con sólo 107 muestras a pesar de que en toda la ciudad hay dos millones de tomas.
Criticó que el informe se publicó a destiempo, pues se dio a conocer tres meses después de su realización, sin que en todo ese tiempo se hubiera notificado a las autoridades locales.
Estimó que la contaminación se pudo originar al interior de las viviendas, por instalaciones deficientes o falta de sanidad en las mismas.