Una semana después de que una fuerte tormenta tropical provocara las peores inundaciones en 42 años en Filipinas, en las que murieron 277 personas, el gobierno lanzó ayer una nueva alerta ante la posible llegada, mañana, del aún más poderoso tifón Parma, que avanza hacia la costa este del país.
El tifón está ganando fuerza mientras se desplaza en dirección noroeste desde la región de Bicol, con vientos máximos de 195 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 235. "Parma es ahora oficialmente un supertifón", dijo ayer el meteorólogo de mayor rango del país, Nathaniel Cruz.
"Nuestra preocupación principal con Parma son sus vientos destructores. Preparémonos y recemos", añadió Cruz.
Cientos de personas quedaron varadas en puertos en Bicol, donde los guardacostas impidieron a las embarcaciones navegar debido a los fuertes vientos y a las enormes olas. Funcionarios de las provincias del Norte ya se están preparando para posibles evacuaciones forzadas.
Cruz señaló que Parma llevará más lluvias a Manila y a las provincias aledañas, lo que dificultará la ayuda para los más de dos millones de personas afectadas por las inundaciones causadas por el tifón Ketsana, que dejó también 92 muertos en Vietnam y 11 en Camboya.
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