Brasil aportará diez por ciento de los derechos de su explotación petrolífera para un fondo ambiental para abordar la mitigación del cambio climático, la adaptación y el combate de la desertificación entre otras actividades, para recuperar un millón de kilómetros de tierra degradada.
El plan incluye el pago de los servicios ambientales a los 30 millones de personas que viven en áreas degradadas y secas para recuperar los suelos y los bosques que fueron destruidos por la deforestación.
Carlos Minc, Ministro de Ambiente del Brasil, reveló los planes del país en una mesa redonda de ministros y de otros funcionarios de gobierno de alto nivel en la novena sesión de la Conferencia de las Partes (COP 9) de la Convención de Naciones Unidas para el Combate de la Desertificación (UNCCD) que tiene lugar en Buenos Aires. La mesa redonda tomó en consideración los vínculos entre desertificación, degradación de la tierra y la sequía y cambio climático.
En una declaración que precipitó un aplauso sin precedente en las Mesas Redondas, Minc expresó que " la producción de biocombustibles en Brasil será confinada a las áreas ya degradadas como parte de la rehabilitación de la tierra, pero no en áreas protegidas o áreas utilizadas actualmente para producción agrícola”
Percibiendo que las acciones para combatir la desertificación han sido consideradas mayormente en el contexto de la adaptación, el ministro subrayó que "la recuperación de tierras, suelo o tierra semiárida y desiertos es una de las mejores opciones para fijar el carbono en la tierra, con gran potencial para la mitigación del cambio climático. Tiene otras ventajas”, dijo, “como inclusión social, recuperación del suelo, regeneración del bosque y pago por servicios ambientales”
Con este fin, Minc manifestó que apoyó la propuesta de los países en vías de desarrollo para el establecimiento de un fondo de cambio climático de no menos de 400 billones de dólares como parte del acuerdo de Copenhague, del cual, indicó, "no menos de un tercio se debe dedicar a las actividades de adaptación para combatir la desertificación e inundaciones"
Contribuyendo al intercambio, Roberto Menia, Subsecretario del Estado para el Ambiente, Italia, expresó que " la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía no son un mero problema ambiental".“Amenazan la estabilidad mundial, y llevan al estancamiento económico, a la pobreza, a la inseguridad y la migración." Él centró la atención en la conclusión del informe de la Cuarta Evaluación del IPCC; que el combate contra la desertificación, en el contexto de los programas de adaptación al cambio climático y políticas, es crucial.
El Ministro de Agua y Asuntos Ambientales de Sudáfrica, Rejoice Mabudafahsi, divulgó que "está pronosticado que la mitad occidental ya árida del país se volverá más seca y calurosa” y hará más vulnerables a quienes viven de los recursos naturales en la región”. En su experiencia, dijo, las estrategias de adaptación para el cambio climático en el manejo de la tierra y de sectores agrícolas; “son las mismas, como muchas actividades de prevención de la desertificación”
Por su parte, Zafar Adeel, Director de Red Internacional de Agua, Ambiente y Salud de la Universidad de las Naciones Unidas y portavoz destacado de la Mesa Redonda demostró los vínculos entre desertificación y cambio climático.
El Dr. Adeel indicó que la creación de un panel científico multidisciplinario e independiente; “es crítico para proveer información basada en la evidencia para la toma de decisiones y en la cuantificación de los vínculos con los procesos de cambio climático"
Muchos ministros expresaron que un mensaje fuerte debe ser enviado a Copenhague para centrar la atención en el rol de la tierra en la mitigación del cambio climático.
Las Mesas Redondas proporcionaron la oportunidad para el intercambio informal entre ministros sobre asuntos nuevos y emergentes de interés a la Convención, durante la COP9.
Los ministros consideraron las tendencias de la desertificación, degradación de la tierra y la sequía, el papel de la tierra en las negociaciones en curso para un nuevo régimen del clima y del cambio climático, y el patrón para mejorar sociedades e instituciones para combatir la desertificación y la degradación de la tierra, y mitigar los efectos de la sequía.
Fuente - Prensa - Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación |
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