La embajadora Susana Ruiz Cerruti, quien encabeza la delegación argentina en el proceso judicial de la Corte Internacional de La Haya sobre el diferendo con el Uruguay por la instalación de papeleras, aseguró ayer desde la ciudad holandesa que “se pudo probar ante el tribunal que la empresa Botnia contamina las aguas del río Uruguay”. Afirmó que se presentó ante la Corte un voluminoso trabajo realizado por 90 expertos de las universidades de Buenos Aires y La Plata del cual surge claramente que “ya se han producido daños y síntomas de que se han producido cambios en el ecosistema del río a consecuencia del trabajo de Botnia”.
La embajadora también negó, en diálogo con radio La Red, que en reuniones previas de autoridades uruguayas y argentinas el Gobierno hubiera dado su consentimiento para la construcción de papeleras. Por su parte, Uruguay centró su exposición criticando el corte del puente internacional 136, que une Gualeguaychú con la ciudad uruguaya de Fray Bentos, que hace casi tres años que está cortado. Según las agencias internacionales, Uruguay recriminó los informes sobre contaminación que presentó Argentina y volvió a sostener que “no hay signos de contaminación en las aguas del Río Uruguay”.
HOY, DÍA DE CIERRE. La embajadora Susana Ruiz Cerruti indicó que hoy es la última reunión oral en el proceso judicial internacional que comenzó el 14 de setiembre en la que la Argentina tuvo oportunidad de hacer sus denuncias contra el Uruguay por el uso de parte de ese país, en forma unilateral, del río Uruguay, que comparten ambos países. Explicó la diplomática argentina que el país está realizando estudios sobre la situación del curso de agua desde hace dos años, para ver los efectos que genera la papelera Botnia, construida a sus orillas.
Indicó que el trabajo realizado por las universidades demuestra “claramente que ya se han producido daños y síntomas de que se han producido cambios en el ecosistema del río a consecuencia de Botnia”.
Por otra parte, informó que concluida la etapa oral viene la de respuestas por escrito, y en ese sentido indicó que “Uruguay tendrá que responder por escrito antes del 9 de octubre a la pregunta sobre si la papelera contamina el río”. Por su parte, la Argentina tendrá derecho a contestar a las preguntas que se le formulen hasta el 19.
Consultada sobre si era cierto que el gobierno argentino en el año 2003 había autorizado la construcción de las papeleras a pedido del Uruguay, respondió Ruiz Cerruti que “hubo una reunión en octubre del 2003 donde el Uruguay dijo que no iba a tomar ninguna decisión sin consultar a la Argentina, pero al final autorizó la instalación de ENCE (que finalmente no se concretó) sin comunicarlo a la Argentina”.
“Los jueces no deben desconocer las evidencias científicas”, dijo Alazar
Martín Alazar, integrante de la Asamblea Ciudadana Ambiental, indicó a UNO que los ambientalistas están conformes con la defensa que está realizando la Cancillería Argentina. “Vemos una defensa sólida, bien formada con trabajos científicos”, disparó Alazar, quien agregó: “Los jueces, que son abogados, no deben desconocer las evidencias técnicas y científicas que ha presentado Argentina a través de expertos”. En esa línea, el ambientalista reiteró: “Hay posturas muy firmes, con elementos contundentes que demuestran que la fábrica está en un lugar equivocado, sin haber logrado una autorización bilateral para su emplazamiento”.
Alazar subrayó que los equipos técnicos argentinos pudieron demostrar los episodios contaminantes en los que “ha incurrido Botnia”. En ese sentido, el ambientalista afirmó: “Hay elementos que permiten no tener dudas de los efectos contaminante de la papelera”, y añadió: “Todos los elementos químicos que ha utilizado Botnia ya han afectado el ecosistema del río Uruguay”.
Para Alazar la defensa de Uruguay no tiene asidero, porque se basa en que Argentina tiene otras fábricas contaminantes y otras industrias que afectan al río Uruguay. “Eso no está en la discusión en este momento, buscan llamar la atención con cosas que no tienen que ver como el corte del puente”, detalló el ambientalista.
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