El agua potable que se distribuye en Tláhuac y Xochimilco no está contaminada por coliformes de heces fecales, como señaló la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), afirmaron los jefes delegacionales Rubén Escamilla y Manuel González, respectivamente, al calificar dicha declaración de “grave e irresponsable, pues ya tendríamos un sinnúmero de gente con infecciones, y eso no ha sucedido”.
En tanto, el subdirector de Control de Calidad de Agua del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Luis Arturo Correa, anunció que solicitará, por medio de la Secretaría de Salud local, a la Cofepris que se realice de manera conjunta la toma de muestras del líquido con la misma técnica analítica y de muestreo.
Durante un recorrido que realizó por las instalaciones del laboratorio del SACM, señaló que los resultados de análisis de coliformes fecales para las delegaciones Milpa Alta y Xochimilco hasta el momento han resultado negativos.
Luego de tomar protesta de su cargo para el periodo 2009-2012 en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, los citados jefes delegacionales lamentaron la posición asumida por el órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud federal, pues el SACM realiza un promedio de 2 mil 700 muestras al mes, y “no se ha tenido un resultado como el que tuvo la Cofepris, cuya difusión fue tardía, pues los estudios los realizó hace tiempo”. Además de que no indica dónde se tomaron las muestras, señaló.
Escamilla aseguró que “no hay ningún riesgo para la población, su salud es una prioridad y la vamos a proteger. Así que en caso de requerirse nuevos estudios colaboraremos con las instancias correspondientes para que no quepan dudas”.
El jefe delegacional en Xochimilco aseguró que debe haber un error de la Cofepris, porque hay vigilancia permanente, pues mensualmente el SACM y la Secretaría de Salud hacen revisiones del líquido. “Yo trabajé en la Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica y nunca detectamos heces, así que posiblemente las muestras que hicieron no son las adecuadas”.
Durante el recorrido por el laboratorio, Correa explicó que se toman muestras de agua potable cuatro veces al año en las principales fuentes de abastecimiento, y más frecuentemente en las principales tomas domiciliarias, las cuales pasan por laboratorios de bacteriología, control de calidad analítico y fisicoquímica, sin que se haya detectado contaminación de ninguna especie.