Un temporal de lluvias produjo ayer aluviones y ríos de barro que arrasaron lo que encontraron a su paso en la ciudad siciliana de Messina, con un saldo provisorio de 20 muertos y 35 desaparecidos, junto con un centenar de heridos.
Las cifras están destinadas a ser más graves porque las peores consecuencias de la caída de 300 milímetros de agua en pocas horas en la zona se registraron en los pueblos de montaña.
De las colinas se desprendieron costras de tierra que vaciaron los montes, haciendo desaparecer muchas casas. En Giampellini, a solo diez kilómetros de Messina, los aluviones se llevaron más de veinte hogares, con algunos vecinos que no lograron abandonar a tiempo las viviendas.
Mientras buscaba desesperado a su esposa, "compañera de vida de medio siglo", un anciano contó llorando que "hace 40 años que pedimos que se tomen medidas para apuntalar el terreno". Italia es un país con un alto nivel de riesgos geológicos, que afectan al 70% de su territorio.
Precisamente, en abril, la ciudad medieval de L'Aquila, en los Abruzos, resultó devastada por un terremoto de 6,3 en la escala Richter, que dejó un saldo de 294 muertos y unos 1.500 heridos.
El secretario de Estado para la Protección Civil, Guido Bertolaso, dijo que las operaciones de socorro eran "muy difíciles, porque la cantidad de fango y detritos, junto con decenas de autos y camiones destruidos por los aluviones, impiden el movimiento de los medios de ayuda.
Desde distintas regiones de Italia se han organizado columnas de socorro que llevan tiendas de campaña, ambulancias, camiones de bomberos y otros elementos para dar comidas calientes y ropa al medio millar de personas que han perdido sus casas.
Numerosos helicópteros tratan de superar el mal tiempo y volar sobre los pueblos mas afectados. Sesenta personas fueron salvadas.
En la zona se encuentran ya 350 unidades de bomberos del sur de Italia, que salvaron a más de sesenta personas refugiadas en los techos de sus viviendas.
Los aludes cortaron en varios sectores la autopista A18 que une Messina con Catania, la ruta estatal 114 y la ferrovía Giampilieri-Scaletta. Una vez más se trató de una tragedia anunciada por la falta de medidas de prevención que las autoridades habían prometido. La justicia de Messina anunció que inició una investigación con la hipótesis de desastre culposo.
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