Una investigación realizada por la UNNE en cursos de agua de varias ciudades de Corrientes y Chaco encontró la presencia de bacterias que podrían estar relacionadas con enfermedades gastrointestinales. Los estudios prosiguen para alcanzar un mayor conocimiento de la problemática.
El objetivo del trabajo fue detectar la presencia de bacterias productoras de gastroenteritis o diarreas en fuentes de aguas de interés por su utilización para consumo humano, para bañarse, pescar o lavar utensilios de trabajo o domiciliarios.
En Corrientes se tomaron muestras en varios puntos de la costa del río Paraná entre la Capital y Paso la Patria, mientras que en Chaco se extrajeron muestras del Río Negro y de las lagunas Arguello, Colussi y Francia, entre otras.
En lo que va del estudio se analizaron 20 muestras y se halló la presencia de las bacterias Salmonella y Vibrio cholerae, dos importantes agentes causantes de diarrea en humanos y buscados en el estudio junto a Shigella y Campylobacter.
Los lugares en que se encontraron bacterias son de acceso de pescadores, malloneros, ladrilleros, o familias ribereñas que conviven con el río o laguna y entran en contacto con el agua e incluso la consumen.
“La presencia de bacterias enteropatógenas en ríos o lagunas utilizados con fines recreativos o consumo reafirma la necesidad de realizar estudios de vigilancia con el propósito de minimizar los riesgos de infección de la población susceptible” explicaron María Fernanda Tracogna y Luis Merino, profesionales del Instituto de Medicina Regional y responsables de la investigación.
Señalaron que los resultados aún son acotados, pues se prevé alcanzar más de 100 recolecciones para poder contar con más datos, aunque igualmente la detección resulta trascendente como indicador de la situación.

Las bacterias
Merino comentó que es normal que existan estos microorganismos en cursos de agua, lo cual no implica que se minimice su presencia, por lo que resulta importante primero determinar su existencia y también la cantidad de estos agentes.
Se tratan de bacterias que ingresan al organismo por el consumo de agua o si alguien lleva a la boca las manos o algún material que entró en contacto con estos agentes, según refirió a la Revista de Ciencia y Técnica de la UNNE.
Expresó que la presencia de bacterias se acentúa con la contaminación de los cursos de agua con bacterias patógenas y puede ocurrir a partir de un amplio rango de factores como los efluentes municipales, residuos agrícolas y las materias fecales de animales silvestres y especialmente domésticos.
Sostuvo que ante la existencia de estas bacterias en los cursos de agua es poco lo que se puede hacer, “no se puede desinfectar el río o laguna”, por lo que los resultados del estudio servirán para alertar sobre la situación y poner el conocimiento logrado a disposición de las autoridades de Gobierno.
Por su parte, Tracogna indicó que en la investigación, aunque no era un objetivo central, se logró cuantificar una importante cantidad de coliformes fecales y Escherichia coli, causantes también de afecciones en los humanos. “El recuento superó los estándares establecidos para aguas de uso recreacional” dijo.

Metodología del estudio
Respecto a la metodología del estudio científico, detalló que se proyectó tomar muestras en distintos lugares y cantidades, y en distintas épocas del año, y en especial antes y después de cada lluvia.
Explicó que la presencia de Vibrio cholerae tuvo sus registros de mayor presencia luego de lluvias, mientras que Salmonella tuvo más predominancia en ausencia de precipitaciones.
“Las lluvias son importantes porque cuando llueve muchas bacterias son llevadas por la corriente mayor de agua q se genera, pero a la vez el agua de lluvia arrastra desde las costas nuevas bacterias al río o laguna”.
Ambos investigadores reiteraron que se pretende determinar el estado de los cursos de agua, y alertar ante posibles focos de riesgo de enfermedades muy comunes como las gastroenteritis o diarreas.
Expresaron que tanto en Corrientes como Chaco es muy común y habitual el contacto de personas con reservorios de agua, lo cual acentúa la necesidad de monitoreos permanentes y acciones preventivas para discernir el interés que realmente reviste esta problemática.
El grupo de trabajo estuvo integrado además de Tracogna y Merino por Lucrecia Gariboglio Vázquez, Liliana Lucrecia Lösch y José Alonso.