El agua es el karma de Tartagal. A principios de año, el desborde del río y el aluvión que arrasó la ciudad dejaron durante semanas sin agua a dos barrios. Ahora, se descubrió que las aguas del dique Itiyuro, que abastece al 80 por ciento de los 120.000 habitantes del norte salteño, se han contaminado, y la empresa estatal a cargo del suministro recomendó no consumir el fluido de red hasta que los análisis de laboratorio establezcan si el líquido contiene, o no, sustancias peligrosas para la salud humana.
"El agua tiene gusto como a podrido, disculpe que se lo diga así", comentó Hugo Sandoval desde Villa Saavedra. "Cuando se abre la canilla ya se siente el mal olor", acotó otro vecino, José Barraza. "Es un sabor como a mucha lavandina, muy fuerte", describió Emilio Ovando, otro tartagalense. Una vecina, Gladys de Williams, estimó que desde el viernes su familia ha gastado unos cien pesos en agua mineral, dato corroborado por otros coterráneos de esta zona tropical en la que ayer la temperatura trepó a 34°C, con ráfagas de viento que aumentaban la sed.
El ingeniero Dante Gerometta, experto en temas hídricos, explicó a LA NACION que las algas en el dique Itiyuro, que nutre a la mayoría de la población del departamento de San Martín, desde Coronel Cornejo hasta Profesor Salvador Mazza (en la frontera con Bolivia), han contaminado el espejo de agua. Dijo que la baja de la represa transparenta el agua y permite que el sol desarrolle las algas, que, como parte de su función biológica, eliminan desechos que pueden tener variados grados de toxicidad y causan un gusto amargo y muy desagradable. El especialista sostuvo que el tratamiento será difícil: "Sólo lo solucionará una fuerte lluvia, aunque la primera habitualmente llega en la segunda quincena de este mes".
La alerta la dio el doctor Jorge Tapia, gerente del hospital local. El problema de potabilidad no se solucionaría ni siquiera hirviendo el agua, ya que no se conoce la bacteria que puede estar afectándola.
La prestadora del servicio de agua y cloacas, a cargo de la provincia, recomendó no consumir el agua de red "hasta que se completen los análisis de laboratorio que permitan descartar la presencia de sustancias perjudiciales para la salud".
Empresarios y vecinos analizan pedir la suspensión del cobro de la tarifa de agua para compensar el perjuicio económico a los pobladores obligados a usar agua mineral.
El gobierno provincial informó que funcionarios del ente regulador viajaron a la zona y ordenaron la urgente purga de las redes de agua y el tratamiento con carbono activado en la planta potabilizadora del dique. Se comenzó a bombear líquido desde el embalse El Limón al Itiyuro, para aumentar su nivel y disminuir la influencia de las algas. Y se dispuso repartir agua, prioritariamente a escuelas, iglesias, hospitales y lugares públicos. El miércoles se había licitado un nuevo pozo de bombeo y nexo de agua potable en Yacuy, cerca de Tartagal, que mejorará las prestaciones.
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