Dos barrios del noroeste de la ciudad de Córdoba que se sienten abandonados por la Municipalidad en cuanto a la prestación de servicios básicos se cansaron de esperar y decidieron exteriorizar sus reclamos más fuertes.
El tránsito genera dolores de cabeza. Hay calles de alta circulación en las que, a ciertas horas, se torna difícil cruzar. Para colmo, están repletas de baches, lo cual representa un riesgo para automovilistas y peatones.
Un ejemplo es calle Buitrago, que presenta roturas en diversos tramos: al 7177, al 7320 y en el cruce con avenida Ricardo Rojas. Al 6520, una lomada despintada se quedó días atrás sin cartel indicador luego de que un viento lo tumbara. Debido a esto, los vehículos suelen "tragarse" la lomada (sobre todo de noche) y se potencian los peligros, especialmente para niños y adultos mayores. "Cruzar es una odisea", entienden los vecinos.
Otras calles deterioradas son Poincaré, Divino Maestro esquina Cheine, Viracocha y Recta Martinoli, Tupac Yupanqui, Curaquén, Creyu y Cocomel.
El titular del centro vecinal, Luis Gutiérrez, exige la reparación de estas arterias y también el mantenimiento de las calles de tierra, que representan el 90 por ciento en ambos barrios. La esquina de Buitrago y Martinoli es peligrosa, pero no tiene semáforo. Ya hubo varios accidentes. Desde 2004 los vecinos reclaman la instalación de un aparato semafórico para controlar el tránsito, sin suerte. Otro reclamo vecinal es por la presencia de aguas servidas en la esquina de Cuiman y Divino Maestro. Allí circulan líquidos cloacales que emiten feos aromas. Las quejas tampoco se tradujeron en soluciones.
En tanto, en calle Curaquén al 6700 vecinos desaprensivos conectaron las cloacas a un desagüe pluvial ubicado debajo del pavimento. Esta situación despierta enojo porque los olores son insoportables y por la proliferación de ratas y cucarachas. El centro vecinal lleva años reclamando la limpieza de los desagües principales.
Oscuridad al extremo. La oscuridad en las calles también origina airados reclamos desde hace cuatro años. El último pedido de recambio de luces al municipio se hizo hace 15 meses y aún no obtuvo respuesta.
Desde el centro vecinal, se enumeraron los focos que no iluminan: Curaquén 6620, Creyu 8276 y 8282, Poincaré y Curaquén, Cocomel 8220 y 8289, Viracocha 6813, Divino Maestro 257, Viracocha y Divino Maestro, Pachamama y las plazas Madre Aborigen (barrio Lasalle) y El Trino de los Pájaros (barrio Solferino). Hay un poste caído en Curaquén al 6400 y varios postes con falencias lumínicas.
Los reclamos fueron formulados por Nélida Martínez, Oscar Sánchez, Mirta Moyano, Celia Calderón, Miguel Márquez, Teresa Cabrera, David Lescano, Marta Aguirre, Ángel Arroyo, Ofelia Farías y Enrique Alverani. "Cajonean los pedidos en el CPC Argüello", acusan. Asimismo, hay quejas porque en calle Viracocha, entre el Club Banco de Córdoba y el Colegio Rosario Vera Peñaloza no hay veredas para que la gente pueda caminar, sino yuyos y residuos.
Además, hay pedidos para que Higiene Urbana coloque cuatro cestos de basura en la plaza Madre Aborigen y otros cuatro en la plaza El Trino de los Pájaros.
Opiniones
Luis Gutiérrez: "Los vecinos se sienten olvidados por la Municipalidad de Córdoba. En barrios Lasalle y Solferino hay calles rotas y cantidades de focos de luz que no andan. Sobre todo, faltan semáforos".
Celia Calderón: "Vivimos mucha inseguridad, con robos y arrebatos constantes. Asaltan a todos y los golpean. Hubo intentos de violación de chicas en la plaza de Lasalle, donde hay un jazmín".
Oscar Sánchez: "Las calles y las plazas no tienen luz. Están oscuras. Calles como Buitrago y Poincaré están llenas de baches. Brotan líquidos cloacales. Pedimos al municipio que brinde servicios". |
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