La energía es básica para un país, más para el nuestro, donde ha significado (y aún lo sigue haciendo) dolores de cabeza. Sin embargo la situación se ha ido revirtiendo en base al trabajo conjunto en apagar incendios heredados y en ir concretando las metas planteadas con las que se ingresó a gobernar. Los números cantan, éste es un tema en el que adjetivar está de más.
Luego de 15 años en los que no se concretaron inversiones en generación energética, lo cual derivó en que nuestro país estuviera a punto de colapsar, la situación en 4 años ha variado significativamente por la existencia de un plan de corto plazo que evitó la crisis (se construyó Punta del Tigre aportando 300 MW, una planta que puede funcionar con biocombustible, gasoil o gas natural), pero además se definió una estrategia basada en ir buscando la mayor independencia del país en materia de generación de energía en base a sus propios recursos, que a su vez deberán ser renovables.
Antes de seguir adelante me interesa aclarar que las opiniones vertidas son mías y gran parte de la información me fue proporcionada por el vicepresidente de UTE, Pedro de Aurrecoechea, quien cuenta con un material ordenado sobre lo realizado y a realizar.
El plan de contingencia se vio acompañado por uno de mediano plano proponiéndose alcanzar en 2015 una potencia de 3.585 MW contra los 2.038 MW de 2005 , teniendo como objetivo una dependencia del 10% del petróleo y de 15% de las fuentes renovables no tradicionales, la firme resolución de incorporar el gas natural a la matriz energética y de avanzar en los estudios y discusión sobre la conveniencia de apostar al carbón y la energía nuclear.
Pero, ¿cuál es la situación actual? Se cuenta con 2.337 MW de generación. En cuanto a los combustibles no tradicionales la potencia instalada es de 178 MW y la potencia autorizada de 58,5 MW, incluyendo biogás, biomasa, eólica y gas natural (la diferencia entre instalada y autorizada radica en que por ejemplo Botnia tiene 120 MW instalados pero vuelca solo 40 MW a la red, el resto lo consume internamente).
La potencia de generación instalada al concretarse lo ya adjudicado durante 2008-2009 se compondrá de 1.538 MW de hidráulica, 882 MW de térmica con combustibles fósiles, biogás 1 MW, biomasa 217 MW y eólica 76 MW, totalizando 2.714 MW.
Se aumentó en 700 MW la capacidad generadora pero además se pasó de los anuncios y las teorías a la práctica, convirtiéndose el gobierno del Frente Amplio en el primero en permitirle a los privados generar energía eléctrica, el primero en fijar el precio spot, en establecer valores de peaje y el primero en hacer que ADME asuma su función de despacho de carga.
Existen otros logros no menores donde destaca ser el primer gobierno que instala la eficiencia energética y no sólo se aprueba la primera ley en relación a este trascendental tema sino que se distribuyen gratuitamente 2.300.000 lámparas de bajo consumo categoría A, etiquetado de electrodomésticos en base a su eficiencia y promoción de cultura de eficiencia energética, sobre todo en las escuelas.
Actualidad generadora
El país cuenta hoy con Salto Grande, tres represas en el río Negro, las térmicas de Central Batlle (que ahora incluye 80 MW generados por motores finlandeses recién instalados), La Tablada, Maldonado y Punta del Tigre, las eólicas de Nuevo Manantial y Caracoles, Zenda (gas natural), Botnia y ALUR (biomasa). Son 234 MW de generación a través de biomasa y 63,75 MW de eólica los adjudicados durante este año y en 2010 se resolverá la licitación por 150 MW de eólica; en el primer semestre se duplicará de 10 a 20 MW la potencia de Cerro de los Caracoles y se instalarán 100 MW de una nueva partida de motores finlandeses.
No puede faltar la mención a la producción de biodiesel y etanol, que aportarán lo suyo para reducir la dependencia del petróleo, mejorar el medio ambiente y dar trabajo en el país.
Las metas a 2015
El equipo energético, que ha sido tantas veces cuestionado, que tuvo que soportar numerosísimas interpelaciones y presencias en comisión a explicarle a los blancos lo que se hacía porque ellos habían rehusado la oferta del gobierno de integrar el Directorio de Ancap y de UTE, también preparó metas para 2015, en las cuales se ha comenzado a trabajar.
La incorporación del gas natural a la matriz energética es una decisión tomada que se concretará en una primera instancia a través de la presencia de un buque regasificador en aguas montevideanas y posteriormente a través de una planta de regasificación pero, paralelamente, se sigue negociando para poder conseguir gas natural proveniente de Bolivia e incluso también se pretende algo de Argentina.
Ello permitirá abaratar gastos de generación pero también mejorará la calidad de vida de los uruguayos y será beneficioso para la industria.
También se puede señalar que se decidió construir una nueva planta de base de 250 MW biocombustible (gas natural y fueloil).
Se licitarán 150 MW más de energía eólica, 200 MW de biomasa y 50 MW de energía hidráulica, probablemente en Salto.
Está encaminada ya la instalación de una quinta turbina en Rincón del Bonete para aprovechar el caudal de agua que no se turbina actualmente, a lo que debe agregarse que se comienzan a dar los primeros pasos en energía solar fotovoltaica con dos granjas piloto. Una de ellas estará ubicada en Salto Grande y se realizará en colaboración con el gobierno de Japón así como se impulsará que tanto Pymes como residencias apelen a molinos de viento de baja potencia y paneles solares.
Queda un último gran capítulo que consiste tanto en las inversiones en busca de petróleo en Venezuela como la búsqueda en nuestro mar, donde hay cifradas serias esperanzas de obtener buenos resultados en ambos lugares.
Para cuatro años y medio de gobierno no parece que se haya perdido mucho el tiempo.
Ahora UTE y Ancap no son contrincantes, integran un Gabinete Productivo y la Mesa de Empresas y Entes Estatales. Nos parecemos cada vez menos a una república bananera.
|
|
|