Un conjunto de factores parece haber confluido para que hoy, en el extremo sur bonaerense, se observara un efecto devastador sobre los campos, que en muchos casos se ven casi como un desierto.
Desde la sequía que lleva más de cuatro años, registros de lluvias que cayeron a menos de la mitad hasta el sobrepastoreo en medio de campos que fueron perdiendo pasto, todo influyó para que una región de suelos livianos, arenosos y ventosa se transformara en el paisaje desolador que exhibe. De todos modos, la situación tiene sus matices dentro de las distintas zonas recorridas por LA NACION, desde el sur del partido de Puan, donde está Villa Iris, hasta Patagones y Villarino.
Pero la mano del hombre también parece haber hecho su aporte para que la situación de sequía se agravara. "En una sequía larga, un uso inadecuado del suelo puede producir este tipo de cuestiones graves", señaló Alberto Perlo, director del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Ascasubi. Perlo habla por los partidos de Villarino y Patagones, donde tiene incumbencia el organismo. El técnico fue más allá: "Hay un uso inadecuado por mucha agricultura y por la manera en que se hace".
El especialista no se refiere a la soja, que, según aclara, no se hace en la zona de Villarino ni de Patagones. Los productores de Villa Iris dicen que tampoco allí hay espacio para la soja. "No hay lluvias regulares para este cultivo", expresó Omar Tatarzicky. Sólo en el centro norte del partido de Puan se han realizado experiencias con la oleaginosa. "Casi no se siembra soja; no llega al 5% de todo el partido", indicó Gerardo Salvatori, asesor del centro del partido de Puan. Los cultivos que predominaban antes de la seca son el trigo y otros cereales de invierno.
Perlo enfatiza sobre la manera en que se ha realizado la agricultura en muchos casos del extremo sur bonaerense. Hubo importante remoción del suelo sin cobertura vegetal, lo que lo hace más susceptible a la erosión hídrica y eólica. Estos suelos tienen una estructura extremadamente frágil, por el alto porcentaje de arena en su composición. Por eso, los técnicos recomiendan dejar vegetación en la superficie, disminuir el porcentaje de agricultura y aumentar el de pasturas.
En el caso de Patagones, el especialista se refiere al desmonte como agravante. "Ha habido un desmonte muy grande en algunos casos, en los últimos veinticinco años. El monte en la zona de Patagones se redujo un 60 por ciento", concluyó.
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