-¿Cuáles son las propuestas de la FARN ?
-La misión de FARN es promover el desarrollo sustentable y generar todos los canales institucionales y las normas que favorezcan a la implementación del principio de desarrollo sustentable y la defensa del derecho al ambiente. Esta la misión con la que surgió FARN hace 30 años, y con la que se desarrolla actualmente a través de diversas líneas de trabajo desde el área de Gobernabilidad, el área de Conservación, el área Riachuelo y el área de Participación Ciudadana. Tenemos una gama que va desde la producción de documentos hasta lo que es la defensa ciudadana por el derecho al ambiente.
-¿Cuáles son tus funciones especificas en la FARN?
-Yo vengo del área de Participación Ciudadana. Creamos ese sector en su momento para expandir las herramientas de participación, la idea del derecho al ambiente y la posibilidad de que los ciudadanos defiendan sus derechos. Y desde principios de este año me estoy dedicando al seguimiento puntual de la causa Riachuelo, que es una de las causas que iniciamos desde el área de Participación. Puntualmente hoy me ocupo de representar a la Fundación en el tema Riachuelo, representarla en el Cuerpo Colegiado de control del Plan de Saneamiento. FARN tiene un lugar allí, puesto por la Corte Suprema. Por otra parte también colaboro con otras cuestiones que tienen que ver con el área de Participación.
-¿Cómo es el trabajo del Cuerpo Colegiado?
- El Cuerpo Colegiado está conformado por la Asociación Vecinos de La Boca, Greenpeace, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asociación Ciudadana por los derechos humanos y FARN. Es una creación de la Corte que tiene hoy tres funciones principales. La primera es la de controlar el plan de saneamiento, hacer un monitoreo continuo, la segunda es fomentar la participación ciudadana dentro del plan, y la tercera, que es la más compleja, es representar el interés público en la ejecución de la sentencia. Esto vendría a ser “sustituir al ministerio público”, ya que hay fiscales que deberían estar cumpliendo esa función y no la cumplen, y la tenemos que cumplir nosotros. Cada presentación que realiza el Estado, el juez antes de resolver, hace el traslado a nosotros para que emitamos nuestra opinión y después de eso toma decisiones. Es un tema complejo, porque se trata de un colectivo de organizaciones no gubernamentales que tienen al Defensor el Pueblo y que no tienen financiamiento de ningún tipo. Es una especie de trabajo voluntario, pero que lo hacemos con mucho gusto, pero con las particularidades que tiene esto.
-¿Qué actores externos le resultan estratégicos a la FARN en la causa Riachuelo?
-Hay un conjunto de actores que son institucionales, por supuesto la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) es un actor central. AYSA también es preponderante porque tiene a su cargo la ejecución de todo lo que es el plan de saneamiento cloacal, la expansión de red de aguas. Después los demás son actores que tienen que ver con el territorio como los municipios, algunas organizaciones locales, pero que resultan momentánea o temáticamente vinculadas al tema. Creo que el núcleo central está dado allí. La presencia del Ministerio de Planificación también resulta estratégica.
-¿Cuál es su opinión con respecto al plan de saneamiento?
-Primero no hay un plan de saneamiento. Este es un reclamo que nosotros venimos generando. Planteamos la necesidad de que exista un plan de saneamiento que sea estratégico, difundido, aplicado y consensuado, porque de esa manera uno escapa a la coyuntura de distintos funcionarios como los cambios en la ACUMAR y la llegada del nuevo secretario de Medio Ambiente, que planteó que todo lo hecho anteriormente estaba mal y que había que empezar de nuevo. Es un riesgo importante que tiene un organismo como este que tiene que ir ejecutando en tiempo real y no puede darse el lujo de estar cambiando un plan o de estar cambiando las líneas directrices cada vez que llega un funcionario, entonces es necesario aprobar un plan que no está aprobado.
Si hay planes que tienen que ver con atender las fuentes de contaminación. Por ejemplo, para lo que es la fuente cloacal hay un plan bastante consolidado que viene de la época de Aguas Argentinas, que después se reafirmó y ahora se negoció con el Banco Mundial que establece que los efluentes cloacales que van dirigidos al Riachuelo, se colecten por una vía troncal en el margen izquierdo del Riachuelo y terminen en una planta de tratamiento en Dock Sud, y después impulsarlos 12 kilómetros adentro del Río de La Plata.
-¿Quién generó este plan?
-Este plan fue generado primero por Aguas Argentinas en su momento, y ahora convalidado por AYSA, que va a ser el que lo ejecute. El Riachuelo tiene un conjunto de vertidos cloacales clandestinos, y también no clandestinos, porque AYSA tira sus efluentes al Riachuelo, que necesariamente tienen que bajar, porque no hay oxígeno disuelto en el agua, entonces no permite mejorar la condición del río. Nosotros tenemos un consenso de que ese plan tiene que ser llevado adelante, en la medida de que también se lleven adelante elementos para controlar los efluentes industriales, fundamentalmente los residuos peligrosos, que hoy no están contenidos en este plan. Se necesitaría en principio llevar adelante planes de reconversión industrial de algunas empresas que ya están empezando a ser ordenadas por la Secretaría de Ambiente, y segundo lugar, buscar algún colector que se haga cargo de sus efluentes, que todavía no está siendo planteado
-¿Cómo funcionan los planes de reconversión industrial?
-Hay dos cosas que hay que entender en esos planes. Primero que existe el sistema de lo que es la gradualidad. Se plantea un plan de reconversión y se le da un tiempo para su implementación. En ese tiempo, el empresario particular plantea sus necesidades de financiamiento que deben ser asistidas por el Estado, y por otra parte, que dentro de 840 millones de dólares que el Banco Mundial ha otorgado como crédito a la Argentina para llevar adelante la obra de cloacas, también se prevén 50 millones de dólares que van a hacer de aportes sin restitución a las industrias. Las industrias que se van a elegir van a ser las que en peor condición estén de conseguir financiamiento, y en las otras se las apoyará con una parte. Este primer bloque de préstamo, que yo creo que es bastante acotado, 50 millones de dólares es poco, pero que es muy probable que crezca en la segunda etapa. Es decir, hay una idea de plan, pero muy acotado. Y nosotros creemos que debe aprobarse necesariamente un plan de saneamiento que sea la política de Estado que se siga adelante en el tiempo que lleve la recuperación del Riachuelo.
-¿Cuál es su valoración con respecto al papel de la Corte Suprema en esta causa?
-Desde nuestro punto de vista ha sido un actor relevante, trascendente y determinante en que la cuestión del Riachuelo por una parte vuelva a la agenda pública, se haga presente, sea un tema de preocupación y de ocupación institucional. Hasta la intervención de la Corte prácticamente no había políticas puestas para el tema. Los planes que hubo fracasaron, como el de María Julia Alsogaray. Entonces la Corte devuelve el tema a la agenda pública y moviliza un conjunto de factores fundamentalmente estatales para poner en marcha un plan de saneamiento. Ahora bien, hay que movilizar otros factores como los privados. Los privados no pueden seguir ausentes en el tema. Creo que el sector privado tiene un rol protagónico en esto, un rol activo de plantear cual es su relación con el plan de saneamiento, y sino no le queda al Estado otra alternativa que estar generando castigos. La verdad es que debe ser un sector que trabaje de una manera más proactiva, y hasta ahora no se ve.
-Uno de los ejes de la FARN es la participación ciudadana. ¿Qué es necesario hacer para que la gente, sobre todo la clase media se involucre más en la causa Riachuelo?
-Cada uno participa de acuerdo al grado de afectación que sufre. El interés siempre termina siendo la medida de las acciones. La clase media ha demostrado en otras circunstancias que se moviliza y mucho, el caso Gualeguaychú es un ejemplo de eso. Pero hay distintos intereses, y el tema del Riachuelo es un espacio que no tiene pertenencia. Es el patio trasero de todo el mundo. La Ciudad prefiere no enterarse que existe el Riachuelo. La provincia lo tiene como un lugar industrial y de asentamientos muy precarios. Entonces viene a ser “un lugar de nadie”. Y el gran desafío que tiene la cuenca es, además de sanearse, que sea un espacio de estructuración del área metropolitana, que sea un espacio que si mejora sea amigable para la gente. El Riachuelo necesita recuperarse, primero para que la gente lo descubra como tal, segundo para que se estructure como un espacio de interrelación del área metropolitana, y tercero en la medida que el Riachuelo se recupere yo creo que va a ser un espacio de muy buena perspectiva económica, ya que es una continuidad de Puerto Madero. El Riachuelo no es sólo un problema ambiental, es un problema de salud, económico, y de vulneración de derechos de todo tipo, más de dos millones de afectaron sufren directamente las consecuencias de la contaminación.
-¿En la FARN realizan acciones de concientización ambiental?
-Si. Los diversos programas de la Fundación apuntan a eso. Y en el Riachuelo tenemos la misión de hacerlo junto al Defensor del Pueblo y lo intentamos realizar dentro de las posibilidades que tenemos. Hoy por hoy tenemos dos líneas: por una parte tenemos permanente contacto con los vecinos que están en la zona, de hecho hemos llevado adelante una denuncia por el predio de Santa Catalina. La denuncia nos viene de la mano de los vecinos, nosotros la receptamos y la trasladamos a la justicia. Después desde el punto de vista de la Fundación trabajamos en múltiples lugares, en el país en conjunto tenemos muchos programas funcionando para concientizar y capacitar, pero depende siempre de los recursos, porque uno tiene recursos limitados.
-¿Por qué cree que la temática ambiental es un campo al que le cuesta instalarse en la agenda pública?
-Si lo veo de la parte del decisor gubernamental, porque es un tema que no rinde frutos en el corto plazo, entonces siempre se busca el resultado que brinde frutos inmediatos. Tampoco hay gran concientización en los decisores gubernamentales del tema, aunque es un tema de actualidad. Y en la gente, se acerca o se aleja el tema según el interés, la afectación. Hay gente que elige acercarse a temas que son más simbólicos como la protección de animales, o la conservación de especies, que a temas que tienen que ver con cuestiones básicamente sociales que involucra otro tipo de decisiones y que tienen al ambiente como un vehículo pero que muchas veces no se visualiza que sean problemas ambientales.
-¿Y específicamente en la problemática del Riachuelo?
-En la cuestión del Riachuelo, porque no se visualiza que el Riachuelo sea un problema de alguien. Es un problema “de otros”. Es un problema que sufren los sectores de menos recursos y que al porteño en general no le llama la atención, y es una suerte de resignación “siempre ha estado así, siempre va a seguir así”. Nuestro desafío en plantear que esto no es así, que esto es una realidad de otro siglo, que hay que cambiarla. Las sociedades avanzadas lo han logrado hacer, y nosotros tendríamos que intentar ponerlo en esa línea. Lástima que hizo falta que intervenga un órgano como la Corte Suprema con una especie de mandato obligatorio. Pero lo importante es que quienes tienen a su cargo hoy desde el punto de vista de la justicia llevar adelante el plan, como es el juez Federal de Quilmes, están haciendo las cosas, según nuestro parecer y en este tiempo muy bien.
Reflexión final
La ACUMAR tiene facultades que la ubican por encima de la Ciudad de Buenos Aires, la provincia y los municipios, y uno de los mandatos puntuales es el tema industrias. En la cuestión industrias se va a ir viendo si el plan tiene o no avances, y es ahí donde está el núcleo central de la decisión y lo va a tener que tomar la autoridad nacional.
Creo que hay cosas que van a empezar a madurar después del año 2010, 2011. Si todo marcha bien van a empezar a verse las obras, y vamos a poder decir que estamos haciendo algo por el Riachuelo.
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