Lluvia: inundación. Ésa es la asociación inmediata que hacen algunos vecinos de Lomas de Zamora, dado que basta con que llueva de manera copiosa algunas horas para que muchas calles del distrito queden bajo el agua.
La tormenta que azotó a la región durante la madrugada de ayer no fue la excepción a la regla y varios accesos quedaron anegados, lo que despertó el enojo de vecinos y comerciantes, que volvieron a exigir una solución.
Algunos de los sectores más afectados fueron los barrios aledaños a las calles Monteagudo, Almafuerte, Pena, Las Tropas y Capello.
En tanto, quienes viven en las inmediaciones de Las Heras y Laprida, a la altura de Camino Negro, también padecieron el agua, y tuvieron que cortar el tránsito para evitar que ésta ingrese a las viviendas.
“Cada vez que llueve nos inundamos, tuvimos que cortar la calle porque los coches siguen pasando y el agua entra a las casas y a los comercios. Desde hace años que tenemos éste problema y no podemos seguir viviendo así. Los desagües no alcanzan a retirar el líquido de la calle y tarda muchas horas en desagotar”, resaltó Germán, que trabaja en un puesto de diarios situado en la intersección de Las Heras y la autopista.
“Cerramos la arteria a las 6 y son las 11 y todavía no la pudimos despejar porque no bajó el agua. Existe un problema estructural en la zona y es necesario que se busque una solución. Alguien tiene que escuchar nuestro reclamo y hacer algo al respecto”, agregó.
Otro de los trastornos más graves es que varias líneas de colectivos deben desviarse de su camino habitual y no pueden ingresar al barrio Santa Marta, por lo que cientos de familias quedan aisladas.
“Los colectivos no pasan y la gente queda varada. No es un problema nuevo, caen dos gotas y no podemos salir de nuestras casas. Muchos pierden el presentismo en sus trabajos y no tienen forma de viajar. El agua llega hasta las veredas y necesitamos una canoa para poder cruzar la calle”, ironizó Mario González, dueño de un negocio en el cruce de Laprida y la autopista que conecta el conurbano sur bonaerense con Capital Federal. Y añadió: “Estamos en una zona comercial y las ventas caen muchísimo cuando sucede esto. El problema es que nadie puede salir de sus casas y nosotros tenemos el día prácticamente perdido”.
Por otro lado, los vecinos insistieron que el origen del problema es que varios sectores se encuentran más bajo que los arroyos y Camino Negro.
“Muchas cuadras están más bajas que los arroyos y que Camino Negro, entonces siempre nos vamos a inundar porque el agua corre en una sola dirección, o lo que es peor, se estanca y no desagota. Los desagües están tapados en su gran mayoría”, indicó Raúl López, dueño de un almacén de la zona.
Mientras tanto, Héctor Ríos, que viven en Monteagudo al 900, Banfield, también contó su experiencia “pasada por agua”.
“El agua me llegaba hasta la rodilla y era imposible cruzar la calle. Quedamos prácticamente sitiados y no pudimos salir de nuestras casas. Las desembocaduras estaban colapsadas, hace falta mantenimiento”, sentenció, en diálogo con Info Región.
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