Como si los habitantes de la ciudad salteña de Tartagal no hubiesen tenido suficiente desgracia con el alud que la azotó a principios de este año y la posterior invasión del dengue, ahora se descubrió la contaminación de las aguas del dique Itiyuro, que abastece a 120 mil habitantes.
La empresa estatal Aguas del Norte, a cargo del suministro, recomendó “no consumir agua de red” hasta que se contemplen los análisis que descarten o no la presencia de sustancias perjudiciales para la salud, pero aclaró que nada indica que esté contaminada. “Aún no están los resultados de laboratorio que determinarán si el agua es apta para consumo”, aseguró María Laura Terán, responsable de Relaciones Institucionales de la empresa.
Jorge Rubén Tapia, director del hospital zonal, confirmó que el agua no es potable y que hervirla tampoco asegura su potabilidad. Por eso, el médico advirtió: “Vamos a tener que recurrir al agua mineral y quiero llamar a la cordura a los señores comerciantes: mantengamos los precios, seamos solidarios con toda la gente. Esta situación es crítica para todo Tartagal”. Tapia aclaró que no se registró un aumento de casos de intoxicación por este motivo pero no descartó que eso pueda ocurrir en los próximos días.
La periodista local Mabel Carrizo detalló a Crítica de la Argentina: “El dique está largando un olor insoportable, como a Gamexane. Se llenó de algas que podrían largar sustancias tóxicas y que, en una gran concentración, pueden generar cianuro. Hasta en el vapor del agua de la ducha se siente ese olor profundo”.
A partir de irregularidades en la construcción de cloacas, este año la administración del agua salteña pasó a manos del Estado. El dique Itiyuro proporciona agua al 80% de los 120 mil habitantes del departamento de San Martín –al norte de esa provincia–, que está integrado por seis municipios: Tartagal –donde está la mayor parte de los habitantes–, Embarcación, General Mosconi, Aguaray, Profesor Salvador Mazza y General Ballivián. “El agua se toma del embalse natural El Limoncito porque están retrasadas las obras que comunican el embalse con la planta potabilizadora”, precisó a este diario Mario Andreani, director del noticiero tartagalense Videotar Noticias.
Para los habitantes de Tartagal, la falta de agua potable no es una novedad: “El dique Itiyuro tiene muy poco caudal y el agua se estanca, no circula. Al igual que ahora, en 2007 se llenó de algas que produjeron contaminación”, repasó Andreani.
Esta vez, la advertencia corrió por cuenta de un vecino de Aguaray: hace una semana, René Ortiz, el granjero que había denunciado a la empresa en 2007, alertó sobre la muerte de algunas gallinas de la zona y vinculó el hecho con la aparición de algas en el dique. Las asociaciones de usuarios se hicieron eco de la inquietud y analizan pedir la suspensión del cobro de tarifas. Según autoridades del municipio, desde Aguas del Norte aseguraron que ya se realizó el empalme con El Limoncito, evitando el paso por el dique, pero aún se esperaba la comunicación oficial de la empresa.
LOS ALUMNOS. En la escuela Uriburu, la más importante de la ciudad, no recibieron instrucciones respecto de la crisis del agua, por lo que debieron comprar bidones con fondos de la cooperadora. Tampoco llegaron disposiciones a la escuela de Villa Güemes, donde asisten 700 chicos. Sin embargo, Aguas del Norte anunció que repartirá agua mineral en las escuelas, centros de salud y salitas de emergencia.
|
|
|