El secretario general de AGMER Entre Ríos, César Baudino, advirtió sobre una situación que, a su entender, se está produciendo en diferentes escuales rurales de la provincia: la contaminación de las aguas que habitualmente se consume. "Lamentablemente, en la actualidad pasa en casi todos los establecimientos rurales", enfatizó, después de observar anoche un informe que hizo la producción del programa Fuera de Juego (Canal 2 de Gualeguaychú)-, en el que se pudo comprobar que está contaminada con sales el agua de la escuela rural Nº 44 María Mercedes Balcarse. De la investigación participaron responsables de la Facultad de Bromatología (UNER) y delegados de la Asociación Gremial de Magisterio de Entre Ríos (AGMER). César Baudino, secretario general del gremio docente, dijo que es una situación con la que se encuentran “a menudo”; y no perdió oportunidad para exclamar que es un problema “de presupuesto”. “Lamentablemente, hay 30 años de desinversión, como lo reconoció (Guillermo) Federik”, apuntó.
Cada año, antes de comenzar el ciclo, las direcciones departamentales exigen a las escuelas el análisis microbiótico del agua, para comprobar que sea apta para el consumo humano. No obstante, el Código Alimentario establece otros dos parámetros para determinar la potabilidad del vital elemento: un análisis físico- químico, y otro análisis que detecta la contaminación por plaguicidas y que en la Facultad de Bromatología de Entre Ríos informaron no contar con los elementos para realizarlo.
Para el informe del programa Fuera de Juego, representantes de la Facultad de Bromatología tomaron muestras de agua de dos escuelas rurales de la zona de Gualeguaychú: la Nº 26 y la Nº 44; y les realizaron los análisis microbiótico y físico- químico. Resultó de ello que el agua de pozo de la escuela Nº 44 María Mercedes Balcarse está contaminada con sales. Si bien el análisis microbiótico había evidenciado la potabilidad, el físico- químico detectó que los valores de Cloruro, Dureza y Sulfato estaban casi al doble de lo normal.
Consultado sobre esta irregularidad, Baudino aseveró que se encuentran con ella “muy a menudo”. “Por cierto, hace unos días atrás trabajamos en el departamento Islas, hicimos un muestreo de 20 escuelas, de las cuales 19 tenían problemas con el agua, no era apta para el consumo humano”, contó. El gremialista indicó que inmediatamente se hizo una presentación ante el Juez de Menores, en Paraná; todos los diputados provinciales y senadores, y la presidenta del Consejo General de Educación (CGE), Graciela Bar. “A la tarde de ese informe y la denuncia pública que hicimos, aparecieron los bidones, a partir de una salida del senador (César Eduardo) Melchiori (PJ- Islas). Rápido, no es la solución definitiva, pero al menos temporal”, entendió.
Baudino agregó que el agua “en la zona de Cerrito, departamento Paraná, también está contaminada”. Y reveló: “Yo diría que en la provincia, la mayoría de las escuelas rurales consume agua contaminada, dado que acá no hay control o no tienen los elementos necesarios -como decían en el informe-, en la Facultad de Bromatología, la facultad exclusiva de esto”.
El secretario general de AGMER denunció que “hay algo más básico: a principio de año, las direcciones departamentales deberían limpiar los tanques de las escuelas. Esto sucede a cuenta gotas o por presión o denuncia de los mismos docentes o el sindicato”. Y se indignó: “El tema del agua es un problema en una provincia rodeada de hilos de agua, 7.700 hilos de agua tiene la provincia, pero no hay ningún tipo de control. Así como el Estado está ausente en el control del agua, está ausente en el uso indiscriminado de agroquímicos, pesticidas”.
Baudino insistió en que “hace al menos 10 años que estamos con este problema; ver a las compañeras docentes en la zona rural de cualquier departamento, ir en las bicicletas con el bidón de agua en el canasto, es una imagen repetida a lo largo de la provincia”.
“Esto es un problema de salud fundamental que tiene que abordarse. Así como no se aborda el problema del agua, no se aborda el problema de salud, de los trabajadores, y un montón de cuestiones que son básicas”, se quejó el gremialista, no obstante dejó entrever que desde AGMER no pueden más que denunciarlo, y se comprometió a exigir a principios del próximo año que, además del microbiótico, se efectúe el análisis físico- químico al agua de las escuelas.
“El tema es que acá no se resuelven las cuestiones, y para eso tiene que haber inversión. Obviamente que si tenemos un presupuesto en la provincia que siempre es acotado, pareciera que esto de la salud fuera algo secundario y no fuera algo tan elemental como cobrar el sueldo todos los meses”, dijo.
Reclamo salarial
“No puede pasar el año 2009 sin ningún tipo de incremento, hace 16 meses que estamos sin aumento salarial”, exigió Baudino. “La inflación ha erosionado todo tipo de conquistas en el año 2008, por lo tanto pareciera ser que el que vive en otro planeta es el gobierno provincial”, completó en respuesta a las declaraciones del ministro de Gobierno, Adan Bahl.
En cuanto a las manifestaciones del gobernador Sergio Urribarri, que describió a su gobierno como “militante del diálogo”, Baudino recalcó que “lo del diálogo es una falacia”. “Hemos tenido ocho encuentros como sindicato, una vez con el gobernador, y siete con ministros del Poder Ejecutivo, para siempre escuchar un monólogo, nunca fue un diálogo, un monólogo de lo mal que están y de que no se puede hacer nada”, dijo y se exasperó: “No hay voluntad política. Es más fácil estar en una postura de virrey, o de delegado del virrey en la provincia, sin reclamar lo que nos pertenece”.
En ese sentido indicó que “hace años, desde la gestión Busti, Montiel y demás, la provincia viene perdiendo recursos vía pactos fiscales, programas de financiamiento ordenado, responsabilidad fiscal; leyes que han encorsetado a la provincia a que hoy reciba -en el presupuesto que se proyecta desde la Nación 2010- menos porcentaje de coparticipación que en 2009”. Y agregó: “Pasamos a tener menos del 25 por ciento, cuando el piso era de 34 por ciento”.
Baudino remarcó que en este orden de las cosas, “los conflictos sociales son cada vez mayores y el sindicato se ha convertido en una caja de resonancia, no solamente de los docentes”. “A nosotros acuden compañeros ocupados, desocupados, para ver si les podemos resolver situaciones particulares de realmente mucha emergencia, cuestiones de vida o muerte en muchos casos”, aseguró.
“Nosotros también reconocemos que hay dificultades, las crisis internacional y demás; pero desconocer la multitudinaria movilización que hicimos el miércoles 30, y no tener ningún llamado, que te digan ‘vamos a ver, vamos a proyectar, estamos buscando’; la verdad que uno se siente ninguneado”, manifestó Baudino.
Finalmente el secretario general de AGMER, aclaró que el reclamo docente va más allá del salario y enumeró las deficiencias en infraestructura. “Lamentablemente acá hay 30 años de desinversión, como lo reconoció mismo arquitecto Federik, ministro de la provincia; pero hay que buscar la forma porque acá hay una situación de vaciamiento de la escuela pública y del hospital público, que son los sectores que no se pudieron privatizar en los ’90 por la resistencia y la lucha de los trabajadores”. |
|
|