Si bien aún resta la aprobación definitiva por parte del Consejo Superior universitario, la Municipalidad y la Universidad Nacional del Sur llegaron ayer a un primer acuerdo que permitirá la construcción de una planta potabilizadora y la ejecución de un parque recreativo de 16 hectáreas a orillas del arroyo Napostá, en Altos del Palihue.
Durante un encuentro mantenido por Guillermo Crapiste y Juan Carlos Schefer --rector y secretario general técnico de dicha casa de altos estudios-- con el ingeniero Rubén Valerio --secretario municipal de Obras y Servicios Públicos--, se avanzó en la confección de un convenio que, luego de cumplir varios pasos administrativos, deberá ser rubricado por Crapiste y el intendente Cristian Breitenstein.
"Hay un primer acuerdo con la universidad, el Consejo Superior de esa casa se reunirá dentro de 15 días pero no habrá problemas para que sea aprobado", dijo Valerio.
El sitio elegido para la construcción de la planta potabilizadora que extraerá agua del arroyo y, luego de tratarla, la inyectará a la red para consumo humano, está ubicado unos 200 metros aguas abajo de la intersección del curso con la calle Ciudad de Cali, donde termina el predio de la UNS.
Según se explicó, las instalaciones son de rápido montaje y podrán entrar en operaciones en febrero venidero.
"Primero me reuní con el rector y con Schefer, y luego el tema fue tratado por la comisión de Economía y Finanzas del Consejo Superior universitario y logró dictamen favorable", agregó Valerio.
El funcionario señaló que la UNS cederá un total de 16 hectáreas ubicadas sobre la costa del arroyo, recibiendo como contraprestación una revisión de la tarifa de agua que le cobra ABSA, más el segundo piso del edificio del Centro Cívico.
Esas hectáreas, en su mayoría inundables en épocas de grandes crecidas, serán empleadas por la Municipalidad para la concreción de un parque lineal recreativo destinado a la comunidad, cuyo respectivo proyecto está siendo confeccionado por profesionales de la comuna.
El proyecto está a cargo del arquitecto Marcelo Lenzi, coordinador del plan de reformulación del Código de Planeamiento Urbano.
El agua del Napostá será destinada al consumo humano y no al uso industrial, tal como se pensó en un primer momento, para hacer frente a la crisis hídrica que padece la ciudad.
El líquido será inyectado en una cañería troncal de 600 milímetros de diámetro que corre paralela al predio del V Cuerpo de Ejército y luego se dirige al Camino Parque Sesquicentenario, abasteciendo a los barrios de ese amplio sector.
De esta forma, las industrias --que aportarán entre 12 y 14 millones de pesos para financiar las obras necesarias-- hicieron pesar su negativa a utilizar el agua del arroyo para sus procesos productivos y continuarán abasteciéndose desde el dique Paso de las Piedras.
La presencia de algunos minerales en el Napostá, teóricamente no perjudiciales para la salud humana y sí para las instalaciones industriales, fundamenta su empleo exclusivo como fuente de suministro a la población.
Al mismo tiempo, los 1.000 m3/hora que aportará el arroyo serán transportados por una vía totalmente independiente a la del acueducto principal que viene desde el dique Paso de las Piedras, cuya capacidad máxima de agua cruda es de 12 mil m3/hora.
Schefer brindó detalles del acuerdo
El secretario general técnico de la UNS, ingeniero Juan Carlos Schefer, explicó que las hectáreas que cede dicha institución educativa son producto de la cesión de espacios que debe realizar por la unificación de todas las parcelas que posee a ambos lados de la avenida Cabrera (predios de Agronomía y Escuela de Agricultura y Ganadería).
"En vez de realizar pequeñas cesiones en todos esos predios se decidió unificarlas en estas 16 hectáreas que dan sobre el arroyo y que están ubicadas en la zona de evacuación de crecida, es decir, donde no pueden realizarse construcciones permanentes por los riesgos de inundación", dijo.
Agregó que otra hectárea (fuera de la zona de riesgo hídrico) será cedida para la construcción de la planta potabilizadora, al tiempo que la UNS recibirá, en compensación, el segundo piso del edificio del Centro Cívico.
El dique, a pique
Apenas cinco centímetros separan la actual cota del embalse del complejo hídrico de Paso de las Piedras de la marca mínima registrada en su historia.
Efectivamente, las Autoridades del Agua (ADA) ubicaron ayer esa marca en 154,45 metros sobre el nivel del mar, lo cual la coloca apenas cinco centímetros por encima de la marca operada en 2000, cuando llegó a 154,40. En aquella ocasión se había realizado un descenso de la cota para permitir tareas de reparación del dique.
De acuerdo con los registros del año, el lago ha descendido 1,82 metros en los últimos siete meses, lo cual establece un promedio aproximado de un centímetro de merma por día. En esta situación, a fin de la semana próxima se registraría entonces la baja más pronunciada desde el llenado del embalse con el agua del río Sauce Grande, el cual comenzó a concretarse en agosto de 1972.
|
|
|