Un grupo de delegados de Corpico se niega a seguir prestando el servicio de agua potable. Se estima que la entidad solidaria pierde cien mil pesos al mes por la prestación. Enojo por la no actualización de la tarifa.
El tema del suministro del agua potable en la ciudad puso en hervor político a un grupo de delegados de la cooperativa Corpico, que impulsarían en la próxima asamblea el pedido de rescisión del contrato que se mantiene con la municipalidad por la prestación del servicio.
La posición política de los delegados trascendió en las últimas horas y se sustenta en el déficit que arrastra el sector desde hace años. Se estima que la cooperativa local pierde unos cien mil pesos al mes al prestar el servicio, cifra negativa que se ha mantenido durante más de un lustro.
El núcleo duro de delegados que promovería la medida extrema de rescisión del contrato estima como "agotada" la negociación con las autoridades municipales sobre la actualización de las tarifas, cuestión que se reconoce como potestad del Estado. Además, se cuestionaría el contenido del convenio por ser "desfavorable" para la entidad solidaria.
La disputa entre Corpico y el municipio tuvo varios episodios durante los últimos meses. Desde la institución se cuestionó la morosidad en el tratamiento, por parte de los concejales, de los pedidos efectuados por el Consejo de Administración para que se autorice la actualización de las tarifas. Cada solicitud fue acompañada por un análisis de los costos operativos y luego analizada en las comisiones internas del legislativo local.
Solicitud.
En la actualidad, los ediles tienen en estudio una solicitud de incremento del servicio de agua potable, pero aún sin despacho. Ayer se dio ingreso a una nota de la cooperativa donde se solicita que se trate de manera urgente el pedido. Para los delegados rebeldes, la acción a tomar es directamente dejar la prestación en manos del municipio, iniciativa que se esbozó a principios de 2009 y que ahora tendría una mayor fortaleza política.
Corpico tiene programada una asamblea general para el 25 de octubre, fecha en la que se debe tratar la memoria y balance del último ejercicio, entre otros puntos. No se descarta que allí quede plasmado el pedido de abandonar el servicio de agua potable y dejar de lado el actual contrato.
Como unos de los argumentos centrales se expone que el costo de la prestación es uno de los más bajos de la provincia, algo que ya fue mencionado en otras negociaciones. Si la medida extrema prospera, el municipio se vería obligado a garantizar la continuidad en el suministro y analizar si llama a una licitación. Tal cual como ocurrió en los meses del verano, el tema del agua potable regresa, pero esta vez parece tener una temperatura política a punto de ebullición interna.
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