El número de víctimas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra en Filipinas asciende a casi 300 después de que las fuerzas de rescate recuperaran hoy los últimos cadáveres de entre los escombros, a una semana de que el tifón "Parma" asolara el país.
Las autoridades locales y la policía confirmaron que al menos 293 personas murieron por los estragos causados por el tifón, que azotó el norte de Filipinas el 3 de octubre por primera vez.
Sólo en la provincia de Benguet unas 151 personas perdieron la vida por deslizamientos de tierra que enterraron pueblos bajo el barro en las localidades de La Trinidad, Mankayan y Tublay.
"El personal de rescate sigue teniendo mucho que hacer", dijo el alcalde de La Trinidad.
Las búsquedas continúan en el pueblo de Little Kibunga, casi desaparecido por un alud.
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