Desde ayer, la gerencia general de Obras Sanitarias dejó de estar vacante. El interventor Gonzalo Dávila, designó a Alejandro Babugia, hasta ahora gerente comercial de la empresa, lo que sería sólo un dato si no fuera porque su currículum acredita haberse desempeñado para el grupo empresario de Daniel Vila, uno de los accionistas locales de la empresa.
La decisión se da, cumplidos los dos primeros meses de los seis previstos para la intervención estatal de la empresa. El mismo tiempo transcurrido desde que el interventor optó por destituir del cargo en cuestión a Alejandra Alberdi, una abogada que respondía a Saur International y así concentrar la función.
Con 7 años al frente del área comercial, Babugia había renunciado a su cargo en 2008 tentado por una oferta para convertirse en directivo de Supercanal SA. Según indicaron fuentes de la empresa, el alejamiento fue por algunos meses tras los cuales retornó para ocupar nuevamente el sillón que había dejado en la distribuidora de agua potable.
Esa "pequeña incursión" en la empresa de TV cable cobra relevancia por estos días, cuando empieza a definirse cómo quedará la composición accionaria de OSM post-intervención.
Por su parte, Dávila justificó la medida en la necesidad de delegar funciones en la gestión una vez encausados los ámbitos. "Al principio dije que iba a encargarme de la gerencia general. Pero ahora hay un panorama más claro de la situación interna de la empresa, con lo que el objetivo es abocarse a la visión estratégica acerca de su futuro terminada la intervención".
Por ahora, la designación es "a cargo", es decir, sin un plazo preciso, aunque está atada a una probable extensión de la presencia estatal más allá de febrero, su fecha inicial de término.
Perfil e historia reciente
El nuevo gerente general tiene 45 años, es licenciado en Sistemas y acredita un Master en Management Marketing Estratégico. Ingresó a OSM a principios de 2000 como Gerente de Sistemas y Telecomunicaciones, contratado .
Desde abril de 2001 se desempeñaba como Gerente Comercial de OSM. En 2008 renunció para pasar a Supercanal, aunque más tarde regresó a Obras Sanitarias para ponerse al frente de la gestión comercial.
Aunque había sido contratado por Saur, quienes lo conocen admiten, salvo cierta resistencia de Supos (Sindicato Único del Personal de de OSM), su cintura política para mantener una buena relación no sólo con los accionistas, sino también con el Gobierno, los clientes y hasta con su predecesora, Alberdi.
Un mérito que se le reconoce es haber organizado la facturación y recaudación de OSM, y el haber minimizado los inconvenientes generados por la aplicación del ABC (Actualización de Base Catastral), que modificó los importes a pagar de la mayoría de los usuarios del Gran Mendoza.
Se justificó su elección por "tener el área mejor organizada y aceitada en sus procesos" y la premisa de Dávila para Babugia es que desde ahora y mientras esté al frente su función será reforzar la calidad del servicio.
"No estuvo satisfecho y por eso volvió a la empresa. Aparentemente le habían prometido algo más y al volver lo hizo con el mismo sueldo, lo que le generó críticas internas de algunos accionistas. Pese a no ser un alfil de Vila tiene un buen vínculo con ellos", confió una fuente cercana al nuevo gerente sobre su período en Supercanal. El nombramiento es a cargo...
¿Una nueva S.A.?
Ésa es al menos la sugerencia que volcará, en el próximo informe que eleve al Ejecutivo provincial, el interventor Dávila, en un primer acercamiento concreto sobre el futuro de Obras Sanitarias.
"Todo dependerá de la decisión política, pero en mi opinión la empresa tiene que seguir siendo una SA, aunque no la misma sino con mayor participación estatal y de los municipios. En ese sentido lo más sano sería que ninguno de los accionistas actuales siga participando", señaló Dávila.
El propósito pasaría por replicar la experiencia de Santa Fe, donde el servicio es controlado en un 51% por la Provincia, 39% por municipios y 10% por los empleados (PPP, Programa de Propiedad Participada).
De ahí que se insista en descartar algún acrecentamiento de los socios mendocinos (Vila y Groisman). Cabe recordar que en conjunto estos ocupan 1/3 de Inversora de Mendoza SA, que a su vez posee el 20% de Inversora del Aconcagua. Ésta es la sociedad representativa del 50% de las acciones privadas.
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