En la jornada de ayer, el defensor del pueblo, José Estevao y sus adjuntos, Jorge Márquez y Miguel Lezcano, presentaron un dictamen contra la construcción del barrio cerrado Nuevo Quilmes del ex predio de la ex Startel en Lomas de Zamora y Caseros, de Don Bosco.
Luego de recibir el dictamen negativo por parte de la Autoridad del Agua bonaerense, en contra de sus perforaciones y excavaciones, las cuales no estarían autorizadas.
Los referentes de la Defensoría, junto con vecinos de Villa Alcira, ratificaron la demanda encabezada por los miembros de la sociedad de fomento Barrial, el presidente Pascual D'Arpino y el ególogo Enrique Biffano, pidieron a los Juzgados de Faltas locales que intervengan y dictaminen la paralización inmediata de las obras, hasta que la empresa dé cumplimiento a los requisitos que exigen las normas vigentes.
El dictamen se basa en la determinación de la Autoridad del Agua en la que se detalla que "las obras de movimientos de suelo para la extracción de tosca y conformación de espejos de agua no se encuentran autorizadas" por el área provincial en cuestión.
Ante esta situación, el ombudsman local, José Estevao, destacó que "se le solicitó al Juzgado de Faltas la intervención sobre la nota enviada por la Autoridad del Agua en la que se destaca que las obras de movimiento de suelo y pozos son clandestinas; es un delito de orden público y esperamos que la Justicia local actúe".
Asimismo, citó la responsabilidad del Poder Ejecutivo municipal, destacando que "queremos que la Comuna paralice las obras que se iniciaron el 15 de enero y ya estamos en octubre" y agregó que "ponemos énfasis en que se respete el orden legal".
D'Arpino destacó que "estábamos desamparados, porque en la Comuna nunca encontramos respuestas" y agregó que "ya tuvimos experiencias similares con el CEAMSE y la autopista, sufrimos la suba de las napas y tenemos miedo a las inundaciones, ya que no nos supieron dar seguridad de que el barrio no quede bajo el agua y terminemos como Venecia", en alusión a la ciudad italiana con canales de agua a la altura de las viviendas.
A su turno, Biffano explicó que "venimos siguiendo desde el inicio el impacto ambiental de la zona, ya que la obra no da a conocer los permisos de autorización y si cumple con los requisitos establecidos por la ley. Ahora sabemos que no hay autorización por parte de la Autoridad del Agua".
"Se está elevando un suelo históricamente bajo a cuatro metros de altura, dejando a Villa Alcira como potencial de drenaje y con posibilidad de inundaciones", destacó y concluyó diciendo que "quieren convertir una zona de humedales en una montaña y eso es atentar contra el medio ambiente". |
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