El ex vicepresidente norteamericano y premio Nobel de la Paz Al Gore advirtió sobre los estragos que puede causar el cambio climático en la calidad de las uvas argentinas y los riesgos contaminantes de la actividad minera, al tiempo que científicos locales le informaron sobre el veto de la ley de protección de glaciares que ordenó la presidenta, Cristina Kirchner.
En la segunda escala de su gira por la Argentina, Gore ofreció una charla en el auditorio de la Universidad de Congreso, de Mendoza, sobre el tema "Pensando en verde: estrategia económica para el siglo XXI". Lo escucharon 180 personalidades del ambiente científico, docente, empresarial, civil y político, mientras que, por medio de una pantalla gigante, fue seguido en un salón vecino por un centenar de estudiantes y profesores.
Aunque Gore no se refirió al gobierno argentino, su enérgico mensaje, dirigido a frenar el retroceso de los glaciares, fue interpretado por algunos de los presentes como un marcado contraste con la nulidad de la ley de protección de glaciares que en noviembre último decretó el gobierno nacional.
Pero sí escuchó al investigador del Conicet Ricardo Villalba, quien le comunicó los esfuerzos de la comunidad científica nacional para que nuestro país sancione una ley de glaciares porque, según dijo el científico, "dada la crítica situación del cambio climático, va a ser desesperante que desaparezcan".
En línea con lo dicho por Villalba, Gore indicó "la necesidad de protección de los glaciares, que son la fuente primordial de suministro de agua para las personas, la agricultura y los viñedos".
Definió como "una de las acciones de particular importancia" la preservación "de los glaciares respecto de operaciones mineras", y así se ganó el apoyo de las ONG locales que sostienen una campaña contra proyectos mineros que pueden contaminar fuentes de agua en la cordillera. Respecto de la vitivinicultura, el político norteamericano señaló que "la amenaza más seria es más sobre la calidad que sobre la cantidad de las futuras cosechas".
Por otro lado, Gore se mostró confiado en que en la próxima cumbre de cambio climático, que se hará en diciembre en Copenhague, los líderes mundiales aprueben un impuesto indirecto a las empresas para frenar la emisión de dióxido de carbono. En ese sentido, abogó por que "el mercado sea un aliado del esfuerzo de reducir la contaminación y el calentamiento global".
Al responder preguntas del auditorio, Gore sostuvo: "Ni siquiera deseo considerar el desastre que podría venir si el mundo no logra llegar a un acuerdo". Y agregó: "Soy consciente de que mi propio país tal vez desempeña el papel más importante en mejorar las posibilidades de llegar a un acuerdo. Estados Unidos es uno de los dos mayores contaminantes del mundo".
Destacó: "Existe una excelente posibilidad de que antes de la reunión de diciembre el Senado norteamericano apruebe legislación sobre el clima y la energía, lo que permitiría al presidente Barack Obama asistir a Copenhague con autoridad moral como para poder garantizar un acuerdo".
Advirtió que, si fracasara un acuerdo para reducir las emisiones contaminantes, se ahondarían las catástrofes naturales. En tal sentido, afirmó: "El deshielo acelerado de Groenlandia y la Antártida representan un incremento de 6 a 7 metros del nivel del mar, y cada metro de ascenso genera 100 millones de refugiados por motivos climáticos en todo el mundo".
Un reclamo alteró el simposio en San Luis
Incidentes por la protesta de un ecologista
¡Señor Al Gore! ¡Señor Al Gore! ¡Me discriminaron por ser miembro de una organización ecologista! ¡No me dejan acceder como prensa y me quitaron todos los equipos! La voz sacudió La Caja de los Trebejos e interrumpió a Al Gore a minutos de comenzar su alocución en esta ciudad puntana.
El disertante, sorprendido, respondió que no entendía el reclamo, mientras dos hombres de seguridad se ocupaban de desalojar al solitario militante ecologista. El incidente cambió las reglas de juego para todo el periodismo presente, al que, a pesar del hermetismo que rodeó la visita, se le había concedido la posibilidad de poder escuchar la exposición sin cámaras ni elementos de grabación. Todos fueron desalojados de la sala y obligados a permanecer en los pasillos que rodean el lugar.
La ministra de Medio Ambiente de San Luis, Daiana Hissa, encabezó la apertura del Seminario Internacional sobre el Cambio Climático San Luis 2009 Rumbo a Copenhague, organizado por el gobierno puntano, oportunidad en la que brindó una breve descripción sobre las políticas provinciales e internacionales que se vienen desarrollando para enfrentar el cambio climático.
Después de varios disertantes, el seminario concluyó con la presentación de Gore, luego de que el gobernador de la provincia, Alberto Rodríguez Saá, le diera la bienvenida y elogiara su trayectoria pública y académica.
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