Cuba está preparada para enfrentar eventos meteorológicos extremos y lo demostró el pasado año cuando padeció el azote de tres huracanes intensos, aseveró hoy aquí un especialista estadounidense.
El país desarrolla acciones y planes para ello, manifestó Jonathan Patz, de la Universidad de Wisconsin, Chicago, en conferencia magistral durante el I Congreso Internacional Medicina y Desastres, que sesiona en el hotel Meliá Habana.
Asimismo destacó como el cambio climático que afecta al planeta plantea más amenazas que las ya conocidas de inundaciones, sequías y fenómenos meteorológicos; el incremento de las enfermedades infecciosas.
La elevación de la temperatura global puede alterar la distribución de afecciones transmitidas por vectores, como el dengue y la malaria, y poner en situación de riesgo a nuevas y amplias capas de la población, aseguró.
Esta situación es muy compleja y exige una integración de políticas de salud pública y medio ambiente, así como una preparación y entrenamiento adecuado para enfrentarla, indicó Patz, miembro del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
Resaltó la problemática que padece la región de las Américas con la fiebre del dengue, que transmite un mosquito y contra la que no existe vacuna.
Temperaturas ligeramente elevadas producirán más mosquitos que picarán con más frecuencia, afirmó Patz. Por otro lado investigadores señalan que aún cuando el cambio climático tendrá impactos directos e indirectos en la salud humana, las mayores afectaciones serán en las naciones pobres.
Es indispensable que los gobiernos de esos países tomen acciones dirigidas a la mitigación y adaptación al nuevo comportamiento climático, única forma de reducir las negativas consecuencias en ellos.
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