El comportamiento del río Paraguay experimenta una marcada inestabilidad en lo que va del año, pero desde julio comenzó a bajar y hasta el momento no existen indicadores que hagan suponer la posibilidad de crecidas importantes.
Fuentes de Prefectura Formosa dijeron a La Mañana que hasta ayer el río tenía una altura de 2,90 metros en el puerto local y la tendencia se mantenía en baja.
El comportamiento fue irregular a lo largo de este 2009, tanto que en enero presentaba una altura de 1,03 metros pero en julio alcanzó los 4,90, en agosto 3,70 y setiembre 3,20.
Técnicos de la Unidad Provincial Coordinadora del Agua (UPCA) comentaron que no se registran lluvias significativas en aguas arriba, en la naciente del río Paraguay, situación que sirve de indicador para establecer (por lo menos en este tiempo) que no habrá crecidas.
Explicaron que el Paraguay debería estar aun más bajo pero el efecto remanso del Paraná impide que esto suceda y hace que mantenga un mayor caudal.
“En el río Paraná, allá en la zona del Iguazú, se dieron precipitaciones importantes que generaron un asenso importante en la unión con el Paraguay, lo que provoca un efecto remanso y detiene la bajante de este último, no porque llegue masa líquida aguas arriba en la naciente. No quiere decir que mantiene su caudal porque esté lloviendo aguas arriba. El Paraná sí creció por lluvia y sube su nivel a la altura de Corrientes y Resistencia y hace de obstáculo para que el Paraguay se descargue normalmente. Si el Paraná baja, nuestro río bajará aun más”, afirmaron.
Los organismos especializados prevén que el fenómeno de “El Niño” se produzca entre fin de este año y los primeros tres meses de 2010, con lluvias reiteradas en la cuenca del Paraná que podrían provocar inundaciones en Formosa, Chaco, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y Buenos Aires.
La creciente más grande que registró Formosa fue en 1983 cuando la altura máxima del río Paraguay alcanzó los 10,73 metros. En ese año se hicieron una serie de defensas provisorias para tratar de ganarle terreno al avance del agua, que cubrió gran parte de la ciudad.
Luego apareció la segunda crecida importante entre 1991 y 1992, en ese periodo se hicieron las defensas que tuvieron carácter de definitivo. Las barreras que cubren la ciudad tienen una altura de 12 metros.
La tercera inundación ocurrió en 1998, pero la ciudad estaba mejor preparada y, si bien se registraron damnificados, no se comparó con el impacto que tuvieron las dos anteriores. |
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