La sequía hace sentir sus efectos devastadores en todo el departamento Copo. Las represas se agotaron, la hacienda se está muriendo de sed y la problemática se agudiza cada vez más. Cabe recordar que en este departamento no llueve desde hace ya ocho meses, y hasta el lunes los informes de los productores de la zona norte y de la región central de Copo, indicaban que el promedio de animales muertos, por falta de agua compromete a más del 40% del total del ganado y que las pérdidas en estos días tiende a aumentar, poniendo en peligro el futuro de toda la ganadería de la zona.
Pequeños productores y pobladores de la reserva provincial, al igual que los de la región central del departamento Copo, que comprenden a los parajes La Esperanza, La Firmeza, Bélgica, San Horacio, Las víboras, entre otros, son los más perjudicados y esperaban que el Gobierno les envié ayuda para poder salvar el ganado, único sostén de su economía. Por otra parte, en el extremo norte, junto a los límites con el Chaco, provincia donde ya murieron más de 250.000 cabezas por la misma causa, las familias de los puestos El Maján, Santa Rosa, Nuevo Amanecer, La Salvación , Colombia, San Rafael, El Diamante Tobas, la Cañada y otros, trasladan el ganado, recorriendo hasta 80 km para arrimarse al cause del Canal de Dios, y en el traslado, son inevitables las pérdidas. La hacienda sin agua ni pastura, débil, cae y muere quedando en los caminos las osamentas.
En el departamento Copo antes de la crisis hídrica, la Sociedad Rural contabilizaba en más de 100.000 el total de cabezas de vacunos, de las cuales más del 60% se encontraba distribuido en pequeños hacendados, que son los que crían el ganado a campo abierto, es decir sin infraestructura, en tanto que el 40% restante se distribuye en siete u ocho campos debidamente armados y destinados a tal explotación.
En esta situación hídrica desesperante, según informaron los vecinos, compradores oportunistas ofrecen a las familias de pequeños criadores, salvar al ganado de la crisis, a cambio de pagar por la hacienda precios irrisorios. Los inescrupulosos se mueven en las zonas críticas y se estarían aprovechando de la desesperación del pequeño productor, que arrinconado, sin agua y sin ayuda, son presionados a malvender su hacienda, que representan para estas familias, cambiar por monedas años de esfuerzo y sacrificio.
Estas familias quedarían sin recursos para sobrevivir.
Ante la desesperante situación, productores se reunieron con el intendente, para pedirle ayuda, quien se comprometió a solicitar apoyo al Gobierno de la Provincia.
|
|
|