El Municipio de Río Grande, a través de la Dirección de Obras Sanitarias, dependiente de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos, comenzó a cambiar las tres bombas de la toma de agua de la Planta Potabilizadora de 'El Tropezón'. Los trabajos se realizaron este miércoles y fueron supervisados por el director de esta dependencia municipal, Carlos Carazo.
El funcionario municipal consideró "muy importante" esta renovación, porque "ya tenían un uso de alrededor de veinte años, con una fatiga de material muy considerable, por lo que en el campo de la previsión el Municipio nos ha adquirido las tres bombas nuevas y comenzamos en el día de la fecha (por ayer) a cambiar la primera de ellas, ya que no podemos cambiar las tres en forma simultánea porque, obviamente, nos quedaríamos sin agua", explicó.
Carazo compartió que desde el área, "estamos felices porque esta colocación de bombas nuevas nos permite asegurarnos una provisión constante de agua para su posterior tratamiento". Cabe destacar que las tres bombas que quedarán desafectadas, serán reacondicionadas "a nuevo" y quedarán como sustitutas en caso de cualquier contingencia "a los efectos de que cuando tengamos algún problema, solamente tengamos que cambiar la pieza completa y de esta forma poder estar rápidamente en servicio".
Cabe destacar que ésta no es la única inversión que hizo la gestión del intendente Jorge Martín en esta toma de agua, ya que a principios de abril se sustituyó el caño maestro por otro de mayor diámetro, que fue colocado a mayor profundidad con lo que se evitó que esta temporada de invierno sufriera el congelamiento que se registraba en años anteriores. "En el invierno comprobamos con satisfacción que los trabajos fueron realizados con eficiencia y dio los resultados esperados", celebró.
El director consideró atinada la inversión en esta obra por parte del municipio, ya que evitó, como se está comprobando, que la toma de agua se congele y por consiguiente, también significa un ahorro en horas hombres, equipos y recursos económicos. "Fue una obra acertada", ponderó y explicó que gracias a los cálculos de ingeniería soportó las bajas temperaturas "porque el caño está a mayor profundidad; se dragó el río para asegurar que aunque se congele mucho, siempre podamos contar con el agua que va por debajo del hielo".
Carazo recordó que el nuevo caño solucionó los problemas que se suscitan en los inviernos por los congelamientos y es por ello que se ha decidido colocar un ducto de mayor diámetro, y a mayor profundidad en el río, "estamos hablando de un metro por debajo de la línea de agua", explicó. "Con esto se resolvió el problema de congelamiento en el invierno y el suministro de agua es constante durante todo el año", aseguró el funcionario municipal, atento a que en temporadas de mucho frío se han congelado las bocas de los caños. |
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