La Municipalidad de Río Grande, a través de la Dirección de Obras Sanitarias, comenzó a cambiar las tres bombas de la toma de agua de la planta potabilizadora de El Tropezón.
Los trabajos de sustitución de la primera bomba fueron supervisados por el director de Obras Públicas, Carlos Carazo, quien remarcó que es "muy importante esta renovación", porque "ya tenían un uso de alrededor de 20 años con una fatiga de material muy considerable".
"En el campo de la previsión el Municipio adquirió tres bombas nuevas y comenzamos a cambiar la primera de ellas, ya que no podemos cambiar las tres en forma simultánea porque, obviamente, nos quedaríamos sin agua", explicó el funcionario. Y agregó que "esta colocación de bombas nuevas nos permite asegurarnos una provisión constante de agua para su posterior tratamiento".
Cabe destacar que las tres bombas que quedarán desafectadas serán reacondicionadas "a nuevo" y quedarán como sustitutas en caso de cualquier contingencia, "a los efectos de que cuando tengamos algún problema, solamente tengamos que cambiar la pieza completa y de esta forma poder estar rápidamente en servicio", mencionó Carazo.
En tanto, destacó que "esta no es la única inversión que hizo la gestión del intendente Martín en esta toma de agua", ya que a principios de abril "se sustituyó el caño maestro por otro de mayor diámetro, que fue colocado a mayor profundidad con lo que se evitó que esta temporada de invierno sufriera el congelamiento que se registraba en años anteriores".
"En el invierno comprobamos con satisfacción que los trabajos fueron realizados con eficiencia y dio los resultados esperados", expresó.
Además, consideró "atinada" la inversión en esta obra por parte del Municipio, ya que evitó que la toma de agua se congele y por consiguiente, también significa un ahorro en horas hombres, equipos y recursos económicos.
"Fue una obra acertada", ponderó, y explicó que soportó las bajas temperaturas "porque el caño está a mayor profundidad", y también "se dragó el río para asegurar que aunque se congele mucho, siempre podamos contar con el agua que va por debajo del hielo".
Carazo recordó que el nuevo caño solucionó los problemas que se suscitan en los inviernos por los congelamientos y es por ello que se ha decidido colocar un ducto de mayor diámetro, y a mayor profundidad en el río. "Estamos hablando de un metro por debajo de la línea de agua", explicó.
Cabe destacar que el antiguo tubo tenía un diámetro de 500 milímetros y el nuevo que se colocó es de 800 milímetros, "lo que permite incluso que un buzo con equipo se meta dentro del mismo a trabajar si surge algún congelamiento extraordinario", resaltó Carazo.
Finalmente, Carazo recalcó que con la colocación del nuevo caño maestro también se dragó el sector del río desde donde se toma el agua, es decir la boca misma del caño, "dado que el bajo caudal del río por un lado y por el otro toda la sedimentación que corre, estábamos perdiendo la línea del río".
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