El alto contenido de arsénico y boro del agua del río Jáchal es un problema histórico para el departamento, que quedará atrás, gracias a la puesta en funcionamiento de un acueducto que les proveerá agua de mejor calidad a todos los jachalleros desde dos pozos ubicados en Pampas del Chañar. La monumental obra, financiada con fondos de la minería, se inaugura hoy, en un día largamente esperado por la comuna norteña.
Será José Luis Gioja quien abrirá la válvula que traerá el nuevo caudal a las casas de los jachalleros en un acto cerca de las 13,30, dejando habilitado el acueducto, que además de un caño de 22 kilómetros desde las perforaciones hasta la ciudad, comprende una planta de captación e impulsión nueva en Pampas del Chañar y el reacondicionamiento de la existente en villa San José (ver fotos).
La que es la obra más importante para Jáchal del último siglo es también la obra de mayor peso que financia la minería. Los alrededor de 23 millones de pesos que costó el acueducto salieron de las arcas del Instituto de Exploraciones y Explotaciones Mineras (IPEEM), que se encarga de administrar y concesionar las áreas mineras de la provincia. Los recursos provienen de los derechos de exploración que pagan las empresas, que varían de acuerdo al emprendimiento (hoy la principal fuente de ingresos es Veladero). El IPEEM dijo que aplicó toda la recaudación a la obra jachallera.
La idea del acueducto se viene gestando desde junio de 2007, buscando una alternativa al río, que viene altamente mineralizada debido a los terrenos por los que pasa. Así, el agua que hace 258 años, desde la fundación del pueblo, toman los 13.450 jachalleros, tiene originalmente excesivo contenido de boro y arsénico. Esto obliga a OSSE a usar complejos sistemas de potabilización, porque en gran cantidad esos minerales provocan serios problemas de salud. Según mediciones de aquel año, el agua sin tratar traía 3,0 mg/l de boro, mientras que el Código Alimentario Argentino permite 0,5; y 0,08 mg/l de arsénico cuando el CAA fija 0,05.
Entonces, OSSE y el Centro Regional de Aguas Subterráneas (CRAS) se pusieron a buscar nuevas fuentes de líquidos de mejor calidad y en cantidad aceptable. Y así descubrieron los dos pozos en Pampas de Chañar. En noviembre del año pasado, se firmó el contrato de inicio de obra que quedó en manos de la UTE integrada por Daz Construcciones SRL, Valdivieso y Debandi SRL, Darío Fojo, Sav y Suyai.
El agua de Jáchal tiene una historia signada por la incertidumbre y la alarma de los vecinos, sobre todo por el desarrollo en los últimos años de la minería, actividad a la que algunos sectores ambientalistas le adjudican la presencia de boro y arsénico en el caudal del río. En septiembre de 2007 muchos jachalleros entraron en pánico y empezaron a buscar agua de pozos y de otros lugares para no tomar la que salía de la canilla, porque ya empezaban a circular versiones de contaminación y enfermedades por la alta mineralización, que en realidad proviene del trayecto histórico del río, según los datos oficiales.
Los jachalleros vienen esperando una salida como el acueducto toda la vida. El primer plazo para la inauguración fue en junio, pero se amplió por pedido de las empresas, por demoras en la instalación de la compleja tecnología de la planta, dijeron oportunamente en OSSE. Luego, se anunció para el martes 13 de octubre, pero la semana pasada el gobernador estuvo en la India con la Presidenta. Finalmente hoy será el día, que quedará grabado en los libros de Historia.

Foto: Archivo Programa Infoagua