Bajo los intensos rayos del sol, Ekwam Joseph, de 20 años de edad, y su hermano menor, Ekai Francis, de 11, vigilan a su diezmado rebaño, que pastorea en una zona casi completamente privada de vegetación.
Los efectos de la sequía
Tras cuatro temporadas de lluvia consecutivas en las que no se registraron precipitaciones, los efectos de la sequía, el hambre y las enfermedades no sólo se hacen sentir en Kenya sino en toda la región del Cuerno de África. Unos 24 millones de habitantes de Djibouti, Etiopía, Eritrea, Kenya, Somalia y Uganda requieren ayuda humanitaria, lo que representa un considerable aumento con respecto a los 20 millones de personas de la región que necesitaban asistencia a principios de año. Casi cinco millones de esas personas son niños y niñas menores de cinco años.
"En épocas de crisis como ésta, las estadísticas jamás reflejan el verdadero efecto de los desastres en los niños, niñas y familias más vulnerables", afirma Elhadj As Sy, Director Regional de UNICEF para África Oriental y Meridional. "Se trata de una región donde un 50% de los niños y niñas menores de cinco años sufre desnutrición crónica, y donde uno de cada ocho niños muere antes de cumplir cinco años. Si no logramos reducir el alto grado de vulnerabilidad de esos niños y sus familias, se repetirán una y otra vez situaciones como la actual".
A corto plazo, la situación es de imperiosa necesidad. Unos 18,5 millones de habitantes necesitan ayuda de emergencia y un número aún mayor requiere ayuda alimentaria. Se calcula que antes de fin de año, unas 250.000 personas sufrirán desnutrición aguda y requerirán tratamiento.
Según Robert McCarthy, Asesor Regional sobre Situaciones de Emergencia de UNICEF, las circunstancias requieren más que un simple aumento de la asignación de fondos.
"UNICEF no quiere limitarse a hacer sonar la voz de alarma y explicar que en el Cuerno de África se ha producido una nueva situación de grave emergencia y que se necesita tal cantidad de dinero. Obviamente, tenemos que hacer eso, pero deberíamos hacerlo en el marco de una búsqueda mucho más amplia de soluciones más duraderas y de enfoques más significativos que nos ayuden a largo plazo", agrega McCarthy.
Brotes de cólera
La familia de los dos hermanos sufre graves privaciones porque ha perdido casi todo su ganado debido a la sequía que castiga a la región.
Nuria, de cinco años de edad, y Sophia, de tres, tienen diarrea. Ambas viven en la aldea de Basa, en Kenya oriental, en una región muy árida donde la población recibe una vez por semana agua transportada por camiones cisterna de organizaciones de socorro. Hace pocos días, en esta comunidad pastoril murieron cinco personas, mientras que más de 80 niños y niñas sufrieron ataques de diarrea y vómitos.
Poco después se confirmó que en la aldea se había producido un brote de cólera.
"La escuela está cerrada debido a la escasez de agua y alimentos, y a que no cuenta con instalaciones de saneamiento. Nuestros niños están enfermos", señala Fatuma, una habitante de Basa de 40 años de edad. "Las mujeres también sufren. Tienen que levantarse a las cuatro de la mañana para ir a trabajar y regresan a las seis de la tarde, tras la puesta del sol, y encuentran a sus hijos sedientos y hambrientos".
Fondos insuficientes
Pese a que en el Cuerno de África ha aumentado la necesidad de ayuda humanitaria, las organizaciones que la prestan, como UNICEF, carecen de suficientes fondos. Hasta fines de septiembre, UNICEF sólo había recibido una tercera parte de los 128 millones de dólares que había solicitado para financiar sus operaciones de emergencia en seis países de la región.
UNICEF y sus aliados toman medidas para fortalecer la respuesta de emergencia mediante la vinculación de los programas de nutrición, higiene y suministro de micronutrientes. También se llevan a cabo labores de planificación de contingencia ante las posibles inundaciones causadas por el fenómeno meteorológico conocido como El Niño, así como la amenaza de inundaciones, brotes de cólera y aumento de la incidencia de la pandemia de la gripe HINI.
"Exhortamos a la comunidad de donantes a que aumente con carácter urgente su apoyo y que nos ayude a incrementar la capacidad de los gobiernos y las organizaciones humanitarias en el Cuerno del África en materia de ayuda a los niños, niñas y familias vulnerables", señala Elhadj As Sy, de UNICEF. "También es importante que aprovechemos la experiencia adquirida en el pasado, ya que resulta fundamental contar con la preparación necesaria para el futuro, y la capacidad de dar respuestas activas en casos similares. Es verdad que siempre será posible dar respuesta a una futura situación de emergencia, pero esa respuesta siempre será menos adecuada que la que podríamos dar si estuviéramos suficientemente preparados".
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