Ante esta situación, numerosos vecinos de los barrios Chacra 108, Quinta Niz, Quinta 15, Matadero y Norte firmaron un documento en donde reflejan los padecimientos y la desesperación por la falta de agua que están atravesando en esta histórica sequía que afecta a la población.
En el escrito manifiestan “con dolor el sufrimiento de tantas familias que desde hace varios días no tienen acceso al agua potable que les garantice una vida digna; teniendo que recurrir al uso de agua salada de distintos pozos, que es sucia y de color marrón para el consumo diario”. También señalan su preocupación “por tantos años vividos con sufrimiento y sin ninguna obra que solucione el problema de manera definitiva”, y lamentan “el egoísmo de ciertos sectores de la sociedad de Castelli que miran sólo sus propias necesidades ante esta drástica situación”.
Finalmente plantean el interrogante acerca de si son suficientes los esfuerzos realizados por las autoridades competentes y si los vecinos de Castelli tendrán que volver a padecer los mismos sufrimientos el año que viene.
El documento respaldado por las comunidades eclesiales de base de la parroquia Nuestra Señora del Valle fue entregado a las propias autoridades de la Cooperativa de Agua Potable, con el fin de lograr respuestas inmediatas a la desesperante situación de las familias.
Al borde del colapso
Numerosas situaciones confusas sucedieron durante los primeros días de esta semana que repercutieron directamente en el servicio de acarreo de agua cruda en camiones desde el reservorio de El Chiquilamón hasta la planta potabilizadora local, que puso al borde del colapso total el servicio de agua potable para la población.
La polémica se desató luego de duros cuestionamientos públicos por parte de autoridades del Consejo de Administración de la Cooperativa de Agua Potable, afirmando que no se estaban cumpliendo las pautas establecidas durante la reunión con la presidenta de la Administración Provincial del Agua, Cristina Magnano, el pasado sábado, cuando el organismo provincial se había comprometido en incrementar el acarreo para la planta potabilizadora, y a la vez a poner a disposición cuatro camiones más para abastecer a los barrios adonde no llega el servicio a través de la red. Pero, además, se dejó entrever que existirían algunas irregularidades en cuanto a la capacidad de litros que declaran acarrear los camiones a la planta, que aparentemente no condice con los registros reales que se descargan diariamente, y que en realidad la masa líquida traída sería de un 40 por ciento menos de lo que indican los números, lo que generó un malestar entre los propios choferes que cumplen esta tarea.
Lo cierto es que nada ha cambiado en la deficiente prestación del servicio y parte de la población, en el mejor de los casos, sigue recibiendo muy limitadamente el agua en sus domicilios; mientras que la gran mayoría, especialmente de los barrios más alejados, directamente no reciben una sola gota desde hace más de diez días. |
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