La fundación Conservation Land Trust (CLT) respondió ayer una publicación que daba cuenta de la existencia de nuevos terraplenes en campos pertenecientes a Douglas Tompkins y que se encuentran también en el corazón del Iberá. “La información difundida no es fidedigna, habida cuenta que en la estancia El Tránsito no existen obras y/o caminos como los mencionados en la nota”, asegura desde el área de prensa de la agrupación conservacionista.
Asimismo, aseguran que “la estancia se encuentra abierta para quien quiera constatar que no existe obra alguna que viole la ley vigente y que las Autoridades de Aplicación -como el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (Icaa)- son siempre bienvenidas para constatarlo”.
Del mismo modo, aclara que “el terraplén construido por Haciendas San Eugenio no es un simple camino más. Con sus más de 24 kilómetros de largo y aproximadamente 1,5 metros de alto, este paredón de tierra -en gran parte construido trasversal al sentido de escurrimiento de las aguas del Iberá- obstruye un tercio de la cuenca, inundando anormalmente miles de hectáreas de la Reserva, tierras en las que tienen sus hogares las 14 familias del paraje Yahaveré. Lo que es más importante, tal como lo afirmaron todas las instancias previstas en el sistema judicial argentino, la obra fue construida ilegalmente, ya que no cuenta con ninguna de las autorizaciones que la ley exige para este tipo de construcciones, amén de que la empresa se empeñó una y otra vez en desobedecer los mandatos judiciales”.
En este contexto, según CLT “las comparaciones establecidas en el artículo de Infocampo faltan a la verdad y parecen fruto de una campaña mediática ideada por Haciendas San Eugenio, para tapar la responsabilidad que le corresponde en la construcción del terraplén ilegal del Iberá. El mayor órgano judicial del país ya dio su veredicto: el terraplén debe ser derrumbado. Tras 4 años de la primera sentencia en la causa, es hora de que Haciendas San Eugenio deje de intentar absurdas excusas y comprenda que en Argentina existen leyes que la empresa esta tan obligada a cumplir como cualquier otro ciudadano de este país”.
Para finalizar, el comunicado resalta que “desde Conservation Land Trust no pretendemos obstaculizar las actividades productivas en la reserva, todo lo contrario, ya que entendemos que existen excelentes posibilidades productivas dentro de los campos privados. Simplemente bregamos porque las mismas sean realizadas en el marco de la legislación vigente, ya que esto es imprescindible para asegurar el orden institucional y el bienestar del Iberá y su gente. ¿Qué es lo que resulta tan inentendible de la posición adoptada por las instituciones y particulares que trabajamos en pos de la reserva y el cumplimiento de las leyes? ¿No será acaso que existen algunos empresarios afanados en utilizarnos como excusa para seguir lucrando a costa del bien y el orden público?”.
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