La carta abierta escrita por el ingeniero Manuel Vasallo, experto en impacto ambiental, cuestionando la Campaña “Salvemos al Iberá” pues según su óptica es un ataque a las arroceras que trabajan en la zona de reserva, fue el puntapié para que desde la coordinación de la cruzada ambientalista salgan a responderle.
En una gacetilla de prensa firmada por Emilio Spataro, coordinador de la Campaña “Salvemos a Iberá”, se aclara “a la población en general y a los productores en general” que los objetivos que persiguen es “que la leyes ambientales se respeten y que las áreas protegidas por el Estado no sean comprometidas por la violación de estas leyes”.
En ese marco, reiteran que en los Esteros del Iberá existen 10 arroceras que están construidas dentro de la Reserva Provincial (creada por Ley Provincial N° 3.771), se hallan ubicadas en la alta cuenca del Río Corriente (desagüe natural de los Esteros del Iberá) y al borde de las Lagunas Fernández, Trim e Iberá y “ninguna de ellas culminó el proceso de habilitación de la actividad”, afirma el informe.
“Mucho se puede discutir sobre el impacto ambiental de esta actividad en la zona de la reserva pero la realidad es que en algunos casos este estudio no existe y en la gran mayoría constatamos que no han realizado las audiencias públicas donde la ciudadanía, los técnicos, los productores y todo interesado pueda discutir estos impactos ambientales”, explica Spataro en su información de prensa.
En cuanto al marco legal, explica por qué habla de robo de agua y señala que está vigente la Constitución Provincial y el Código de Aguas (Decreto Ley N° 191/01): “el agua en Corrientes constituye un recurso natural de dominio originario del Estado; y es considerado un bien social esencial para la vida. Es el Estado, por intermedio del Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (Icaa), quien debe regular el uso del agua; y su utilización racional como recurso vital, por expreso mandato constitucional. Con el reciente dictado del Decreto Provincial que delimita el Parque Provincial Iberá (Ley Provincial N° 4736), las aguas de grandes lagunas del Iberá no pueden ser objeto de utilización por parte de las arroceras; ni se permiten construcciones que afecten estos espejos de agua”.
Más adelante, deja de manifiesto que la lucha no se trata de una dicotomía entre producción y conservación ya que estas 10 arroceras suman una extensión aproximada de 5 mil hectáreas, sobre una producción total correntina de 80 mil hectárea. “Entendemos que los productores no deben percibir la situación de encontrarse sus tierras en zona de reserva, como un problema a sus alternativas productivas, sino como una enorme ventaja, puesto que el interés de conservación del área puede traducirse en un apoyo concreto a la búsqueda e implementación de prácticas productivas sustentables, que a su vez den a sus productos el valor agregado de amigables con el ambiente, y supongan un mayor potencial para acceder a nuevos mercados. En Iberá más de 2 mil productores quieren hacer las cosas bien, pero 10 desprestigian al sector”, afirma Spataro.
Por esa cuestión, el reclamo que hace desde la coordinación de la campaña es que “el Estado ejerza su poder de policía cerrando todos los establecimientos que ilegalmente estén extrayendo agua pública de un sitio crítico para la conservación como son los Esteros del Iberá. Para esto continuaremos con todas las presentaciones legales correspondiente y accionaremos como ecologistas desde la sociedad pública y como pobladores locales desde nuestras comunidades”.
Más allá de esto, hay que recordar que esta Campaña “Salvemos al Iberá” tiene su génesis en la coalición “No a los Terraplenes” de la que formaban parte una serie de organizaciones ambientalistas, o al menos así fue presentada. Sin embargo, estas agrupaciones tienen detrás a la fundación Conservation Land Trust (CLT), lo que resulta al menos curioso pues en ningún caso se hizo público ese vínculo.
Este escenario despierta las dudas tanto de los involucrados en la cuestión como de la opinión pública ya que no sabe cuáles son los fines que persiguen con esta embestida.
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