En el colegio secundario Weisburd, de la localidad del mismo nombre, no hubo dictado de clases en la jornada de ayer, ya que sus alumnos ni siquiera pudieron salir de sus casas debido a la gran cantidad de agua acumulada en las calles de tierra. En diálogo con Nuevo Diario, el rector de la institución, Alfredo Vega, dijo: “Los alumnos no pudieron venir a la escuela porque está rodeada de agua, incluso llega hasta la puerta de la rectoría. Llovió más de 100 milímetros”.
Según comentó, la lluvia se inició por la noche, alrededor de las 2, comenzando como un aguacero leve, pero persistente, y aproximadamente a las 7 fue cuando se precipitó con más fuerza.
Fue a las 7.10 cuando comenzaron a caer piedras, si bien de tamaño reducido, por una duración de 10 minutos, para posteriormente llover con una fuerza descomunal.
“Yo me encontraba en el establecimiento ya -dijo el rector-y se empezó a sentir una fuerte presión del agua en los techos, que se ve que estaban cubiertos. Luego fue impresionante cómo comenzó a filtrarse el agua, a chorros”.
Cabe destacar que el edificio donde funciona el establecimiento era la antigua casona de la familia Weisburd, y cuenta con más de 60 años desde su construcción. Tiene techos de chapa y cinco aulas, donde el colegio funciona en horario de mañana y tarde, ya que cuentan con 172 alumnos, distribuidos en 8 cursos.
Afortunadamente no sufrieron daños, aunque deberán controlar los techos, una vez que se encuentren secos. Asimismo, Vega comentó que “habían comenzado obras de pavimentación, que no se concluyeron, y las calles quedaron desniveladas. De no haber estado así, no nos habríamos inundado tanto, porque antes con una lluvia así no nos había pasado esto. Hay muchas casas y ranchos inundados. Además, hace poco cayeron piedras, del tamaño de pelotas de golf, y destruyeron partes de muchas viviendas, que ahora se llovieron. Y las que no, les entró el agua por abajo”, dijo el rector.
El edificio donde funciona la escuela se emplaza a la vera de una represa, la cual se llenó y comenzó a inundar los alrededores.
“Tenemos la esperanza de que nos construyan el nuevo colegio, que lo empezaron pero quedó a la mitad, y está ubicado en una zona más alta, donde no nos hubiésemos inundado”, dijo finalmente el rector.
En varias zonas
El agua trajo alivio al interior
Interior. Mientras en la localidad de Weisburd se produjo una descomunal lluvia de más de 100 milímetros, en otras ciudades y localidades de la provincia, si bien se registraron precipitaciones, no fueron de las mismas proporciones.
Según el relevamiento realizado por LV11, la “Radio de los Santiagueños”, en la ciudad de Quimilí se produjeron precipitaciones durante la madrugada, con un registro aproximado de 35 milímetros. Fue una lluvia leve, sin vientos fuertes y sin producirse daños en la ciudad.
En tanto, en el departamento Aguirre, en la localidad Malbrán cayeron 15 milímetros, lo que no produjo inconvenientes en los caminos, por lo que permanecen transitables.
Mientras, en la ciudad de Pinto se registraron 10 milímetros, lo mismo que en Bandera Bajada y la ciudad de Salavina, permitiendo la transitabilidad de los caminos. En la localidad de Arbol Blando, departamento Moreno, también llovieron aproximadamente 10 milímetros. En tanto que en Fernández llovieron 11 milímetros.
En la localidad de Tintina, los pobladores fueron agraciados con 20 milímetros de lluvia, a diferencia de Pozo Hondo, donde cayeron apenas 3 milímetros, que ante la necesidad de agua en la tierra no llegó a humedecerla demasiado, y prácticamente la zona amaneció casi sin rastros de ella.
Hará falta más lluvias para terminar con la sequía. |
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