Desde el año 2008, una obra de cloaca enfrenta a dos grupos vecinales del barrio San Martín y a tanto llega la rispidez emergente que ya generó la propia mediación de la Defensoría del Pueblo.
Concretamente, los sectores en puja son cerca de 40 familias. Uno reside en el pasaje Trungelitti. Paralelo, el restante vive en calle Chile, a 100 metros de la avenida Belgrano.
A excepción de las familias ubicadas a la vera de Belgrano, los dos sectores en conflicto carecen del servicio de cloacas.
Por ello, en el 2008 los unos y los otros acudieron ante la empresa Aguas de Santiago, deseosos de obtener el visto bueno para la realización de la cloaca, cuyo valor individual sería cercano a los $ 1.500, según cálculos de la empresa privada.
Hasta allí, todas las familias parecían armonizar en la antesala de un servicio esperado por más de tres décadas.
Sin embargo, meses atrás la empresa otorgó la factibilidad del trabajo a los vecinos de calle Chile, aunque adelantó que las tareas se concretarán en el pasaje Trungelitti.
Sin rodeos, sobrevino una áspera división de criterios entre los dos sectores.
Por el sí
En diálogo con EL LIBERAL, Mirta de Kairuz señaló: “Queremos la obra, pero la empresa nos autorizó para hacerla por el pasaje Trungelitti. Hay un sector mayoritario que respalda esa posición y otro reticente. Quienes dicen que no, es porque interpretan que les romperán el asfalto y por un mes no podrán ingresar o salir de sus casas”.
Ahondó: “A la gente no le costará nada traer el servicio de cloaca. Sí, una vez que deseen hacer la instalación hacia sus casas”.
Dante Gómez interpretó: “Hay que dialogar con la gente. La cloaca será un progreso porque hoy debemos pagar entre $ 70 y $ 80 para que nos desagoten los pozos”.
En tanto, la versión de los vecinos de las familias del Trungelitti es diferente: Mercedes de Hernández, Máxima Martínez, Marta Luna de Soria y Díaz de Trungelitti accedieron a dialogar con este medio.
“Nos oponemos porque los otros vecinos nunca nos consultaron. Quieren imponer un servicio que tranquilamente pueden recibirlo en su calle Chile. Su frente da para ese sector, pues ¿por qué deben venir a resolver la suerte de nuestro pasaje?”, interrogó Díaz de Trungelitti, viuda de la familia primigenia de aquel sector.
“No vamos a acceder a que nos rompan el asfalto por muchas razones”, resumió Luna de Soria. “Ignoramos si tendremos el mismo servicio, ya que las dimensiones de los caños para los sectores son muy reducidas. No es verdad que no deberemos pagar nada y no tiene nada de malo que los caños se instalen en el pasaje y en calle Chile”, enfatizó.
Defensor Eduardo Carabajal
“Buscaremos un plan B”
Después de escuchar a los dos sectores, e imposibilitado de propiciar una coincidencia, el defensor del Pueblo, Eduardo Carabajal, adelantó: “Buscaremos un plan B”.
Explicó: “Hicimos todo lo posible para armonizar a los dos grupos, pero fue imposible. Acudimos a Catastro municipal, pero no hay registros sobre las bases del barrio. De allí que ignoramos si el pasaje es municipal, o surgió por la propia gente hace 30 años”.
Interpretó que “lo más importante es lograr el servicio de cloacas para los dos grupos. Pero al no coincidir en la forma, pues lo correcto será solicitar a la empresa la factibilidad también para calle Chile. Y que cada grupo de vecinos asuma las erogaciones correspondientes que es en lo que sí hay coincidencias”, resumió. |
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