Hace algunos días, los principales directivos de la empresa estatal Aguas Santafesina Sociedad Anónima (ASSA) brindaron un negativo panorama para el próximo verano con respecto a la provisión de agua potable para la ciudad.
De acuerdo a lo informado a los concejales, lo único que pueden garantizar es la presencia de un par de camiones cisterna para abastecer a los "clientes críticos", según sus propias palabras. Sin lugar a dudas, hay grupos que merecen una atención particular, como por ejemplo, hospitales, clínicas o geriátricos. Pero quién podría negar la categoría de "críticos" a los 100.000 habitantes que tiene la ciudad y que padecen la escasez del líquido vital. Ahora ya no sólo en verano, sino que también las peripecias se deben sufrir en tiempos invernales.
El acueducto se encuentra licitado, pero de acuerdo a la situación a en la que se encuentra (por los altas ofertas presentadas, que superan ampliamente el presupuesto oficial), nadie puede garantizar que se concrete. Y si uno toma en cuenta los tiempos con los que el Gobierno provincial concreta obras para Rafaela (sólo hay que tomar en cuenta la situación del hospital prometido, que aún no tiene terreno o la obra de cloacas, que no tiene una fecha de conclusión fija) nadie puede asegurar con certeza que efectivamente se ponga en marcha.
Otro tema complicado es el del llamado Refuerzo Lehmann, esta especie de acueducto interno que mejoraría la presión en los barrios 9 de Julio, 30 de Octubre y Alberdi.
Hace unos días se oficializó que la concreción se encuentra atada a la concreción de las 600 viviendas del Plan Federal. Es que ASSA tiene un contrato firmado con la empresa que debe realizarlas (AMG, antes Regam) para que se haga cargo de la conectividad, puesto que le permitiría llevar agua a todo ese amplio sector de viviendas sociales que se está concretando en el noreste de la ciudad y que beneficiaría consecuentemente a los barrios céntricos.
Pero en su reciente visita a la ciudad, en ocasión de abrir la nueva etapa de asambleas ciudadanas, el propio Gobernador puso en duda su concreción. "El Plan Federal II prácticamente se licua -explicó Binner- y se va a realizar un plan que se llamará «Techo Digno», que es una contracción de deuda con fideicomiso de la provincia de Santa Fe, que tiene que ver con los fondos del ANSeS". El mandatario informó que Santa Fe ha firmado la adhesión a este programa, pero que todavía se siguen estudiando las condiciones. Pero aclaró: "si la Nación no desembolsa, el proyecto se termina".
¿Qué pasará con el Refuerzo Lehmann, entonces? Hasta ahora, es un gran espacio gris, en donde nadie puede asegurar que se concrete. De hecho, Alberto Daniele, presidente del Directorio de ASSA aseveró que "hay dificultades obvias para encararlos con el presupuesto propio. Pero si no se avanza, se irá haciendo así", dijo, aunque no dio fechas.
Hace prácticamente un año, los directivos de ASSA prometieron la instalación de micromedidores en toda la ciudad. Hasta el año pasado, había un 31% de las 31.000 viviendas que cuentan con un equipo de este tipo (unas 9.600 casas). La intención de Aguas Santafesinas es elevarlo hasta el 40%. Hasta ahora, se llegó sólo a un 35%.
La intención manifestada en 2008 por los funcionarios de ASSA es que se llegue a la totalidad de la ciudad en los próximos 6 años. Hay que mencionar que, de acuerdo a la ley que otorgó el servicio a Aguas Provinciales allá por 1995, para el pasado 2006 ya se tendría que haber llegado a cubrir la ciudad con micromedidores. Ahora, con estas nuevas fechas, se llegará a ese objetivo en 2014. ¿Se podrá hacer esto?
Quizás uno de los impedimentos es que el costo de la instalación correrá por cuenta de la empresa. Y las arcas provinciales no están en un momento bueno, eso ya se sabe. Y la administración central, con buen tino, subsidia a la empresa para que pueda seguir realizando su trabajo.
La ciudad no puede agregar un nuevo módulo en la Planta de Osmosis Inversa puesto que se salinizaría. No puede traer más agua desde Esperanza, porque ese acueducto está al máximo. No hay posibilidades que en poco tiempo se concrete el Refuerzo Lehmann y el futuro del Acueducto Norte 1 es incierto. Ante este panorama, ya no sólo de este verano, sino de los subsiguientes, Rafaela continuará teniendo sed.
Mucha sed.
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