El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) anunció ayer el desarrollo de un modelo de eliminación del arsénico en el agua para empleo en redes urbanas, y el diseño de un dispositivo domiciliario destinado al tratamiento de agua en áreas rurales aisladas.
El modelo de intervención, desarrollado por el Centro de Química del Inti, contempla las fuentes de agua contaminadas con arsénico usadas para el aprovisionamiento de poblaciones a través de redes de distribución y a sectores que se abastecen con pozos particulares.
La iniciativa, que podría contribuir a luchar contra la problemática en Santiago del Estero, ayudará al tratamiento de agua para remover esta sustancia contaminante de modo que las aguas que se emplean para consumo cumplan con la regulación del Código Alimentario Argentino, que establece un máximo de 0,01 mg/litro.
Como se sabe, los efectos del arsénico sobre la salud pueden ser muy variados, pero su problema más representativo en territorio argentino es el Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE).
La región del país afectada es una de las más extensas del mundo y comprende parte de las provincias de Córdoba, La Pampa, Santiago del Estero, San Luis, Santa Fe, Buenos Aires, Chaco, Formosa, Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, San Juan y Mendoza.
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