Con el Paraná golpeándoles las puertas viven hoy los habitantes de la zona ribereña de esta capital, un sector de la ciudad que comenzó a experimentar una de las crecientes más fuertes de los últimos años. Algunos son ladrilleros, otros malloneros y hay quienes subsisten haciendo “changas”, lo cierto es que todos integran familias numerosas que pese a la constante amenaza de las aguas, se resisten a abandonar sus hogares albergando la cada vez más lejana esperanza de que el río recupere su cauce normal.
La espera es desesperante para quienes viven hoy sobre la ribera correntina, donde minuto a minuto el avance de las aguas acelera su velocidad amenazando con cubrir casas, obrajes y hasta caminos. Se trata de correntinos de todas las edades, que conforman uno de los sectores sociales más vulnerables, personas que ven en la “ayuda” Estatal la única salida a sus problemas.
“Con un corte de rancho ya vamos a estar bien”, comentó Juana Miño que vive junto a otras ocho personas en una pequeña casita de maderas y chapas a la que le falta poco menos de un metro para quedar bajo agua (lo que estiman, sucederá en las próximas horas). Juana es Mallonera y reconoce que todavía no pensó a donde irá si el agua llega a su hogar antes de que “los políticos” le envíen “una casita de cartón”. Esta familia, al igual que otras tantas que viven en el barrio Bañado Norte, subsiste gracias a la pesca y por ello su precaria economía aun no fue afectada.
“Por suerte todavía hay pique”, comentó Feliciano un pescador que junto a su esposa Martas y sus hijos Alexis, Miriam y Johana debieron mudarse el lunes a una oficina que pertenece a la Asociación de Malloneros.
Feliciano es uno de los primeros auto evacuados de esta barriada “estamos viviendo en un terreno un poquito más alto, pero todo el tiempo venimos a controlar porque si dejamos la casa sola nos van a robar hasta las chapas”, dijo. María Alejandra es otra de las víctimas de la creciente, “ayer (por el lunes) durante la mañana el agua empezó a entrar a casa”, comentó con lágrimas en los ojos mientras miraba como en pocas horas el Paraná cubrió las paredes de su vivienda y arruinó las pocas pertenencias que tenía.
“Mi casita está llena de agua”, fueron las palabras con las que Elias describió lo que estaba viviendo. Elías tiene solamente tres años y minutos después de despertarse tuvo que salir con los pies mojados de su hogar para instalarse junto a su mamá en la vivienda de una vecina a la que el río amenaza seriamente.
El Bañado Norte, el Galván, Caridi, Virgen de los Dolores, Anahí y la costanera Sur figuran entre las zonas más afectadas hasta ahora por la creciente. No obstante, desde distintos organismos oficiales anticiparon que esta realidad se extenderá a otros barrios capitalinos durante esta semana. Es que la velocidad con la que avanzan las aguas es superior a todos los pronósticos. Así por ejemplo ayer el Paraná llegó a los 6,50 metros y dejó a la ciudad en estado de alerta.
La situación perjudicó severamente a los ladrilleros que utilizan la tierra de la orilla del río como materia prima. “Nosotros todavía estamos trabajando, pero hay otros que desde hace un mes suspendieron la elaboración de ladrillos”, comentó Nasario Romero quien además confirmó que posiblemente en las próximas horas se vea obligado a suspender la producción, “estamos sacando lo último que queda de tierra”, indicó con preocupación.
Mientras tanto, a varios kilómetros de estos barrios, referentes de distintos organismos públicos discutían teorías de como “articular” medidas para prevenir los problemas que traen consigo las inundaciones.
CORRIENTES EN ESTADO DE ALERTA HÍDRICA
Salud y evacuación ejes de trabajo para el Comité de Crisis
El prefecto Principal Rodolfo Gonzáles estimó que el miércoles será el pico de la creciente. La Fuerza Militar propuso a sus edificios como posibles futuros centros para familias evacuadas. Confirmaron que reforzarán la atención en los Caps.
Con el objetivo de coordinar acciones para prevenir un posible desastre ante el incesante avance de las aguas del Río Paraná sobre tierra Correntina, se reunió ayer en esta capital el Comité de Crisis conformado por autoridades de Defensa Civil, fuerzas de seguridad y del Gobierno Provincial. En la oportunidad analizaron la situación de los auto evacuados, anticiparon que reforzarán los Centros de Atención Primaria de la Salud (Caps) y propusieron a los edificios de las fuerzas militares como posibles centros de evacuación. Ayer el Río alcanzó los 6,50 metros con lo que la ciudad ingresó al Alerta Hídrico.
“No tenemos evacuados, solamente hay personas que tuvieron que correr sus casas algunos metros”, dijo el prefecto principal Rodolfo González quien además confirmó que ayer a las 17 la altura del Río Paraná alcanzó los 6,50 metros y la ciudad ingresó así en alerta hídrico.
Al cierre de esta edición el caudal del agua en el puerto capitalino era de 6,52 metros “creemos que el miércoles la altura del río va a llegar a su pico, luego va a bajar un poco pero se mantendrá alto durante todo el verano”, apuntó González luego de participar de la reunión del Comité de Crisis. Dicho conclave tuvo lugar en la Sala de Situación de la cartera política del Ejecutivo Provincial y contó con la participación de todas las fuerzas de seguridad, funcionarios del Ministerio de Gobierno y Justicia y de Salud Pública, la Cruz Roja y las instituciones que están nucleadas bajo la Junta Provincial de Defensa Civil.
En la oportunidad el referente de Prefectura ofreció a los presentes un completo informe de la situación y marcó además “Cuando navegamos el sábado con Defensa Civil, en zonas costeras decíamos que si bien hay una realidad social palpable, la naturaleza nos mostraba comportamientos normales, y el hombre edifica de manera precaria y se instala en zonas en las cuales no se pueden, hay que buscar formas de que no suceda”.
El ministro de Gobierno Walter Insaurralde por su parte pidió “el tratamiento de la problemática con nombres y apellidos, no hablemos con números, para nosotros, tratemos con identidad a las personas afectadas, edad, si son niños ancianos embarazadas”.
Desde el Ministerio de Salud se dispuso además “activar y reforzar” los Centros de Atención Primaria de la Salud (Caps) los cuales, aseguran, ya fueron identificados y están conectados para atender a supuestos afectados con padecimientos propios de las crecidas.
Con respecto a una posible evacuación el titular de la Guarnición Militar Corrientes, Santiago Faisal deslizó la posibilidad de permitan la utilización de la infraestructura militar (Santa Catalina) como posible centro de evacuados.
La Junta quedo en sesión permanente, y evaluará la futura convocatoria a municipios ribereños una vez definido la “estrategia de emergencia”.
Ayuda a obrajeros
Referentes de la Asociación de Ladrilleros y también de la cooperativa de ladrilleros de Corrientes confirmaron a El Litoral que todos los obrajeros que hayan sido perjudicados por la creciente del Río Paraná recibirán ayuda de estas instituciones. Los damnificados podrán solicitar alojamiento o terreno para instalar cortes de rancho. “Aún no hay ninguna familia de ladrilleros evacuada”, confirmaron a este medio.
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