"Cuando el Paraná llega a 5 metros en Corrientes, yo hago el bolso y me voy", dijo a Clarín el productor Rodolfo Iparraguerre mientras de la barcaza "Chana I" bajaban las 120 cabezas de su campo de El Porvenir en las islas del extenso Delta del río, cerca de la ciudad entrerriana de Victoria. Enseguida van a parar a 3 camiones jaula.
La historia de Iparraguerre es una más de las miles que en estos días se tejen en las islas, por la crecida del Paraná. En dos semanas deberán evacuar la mayor parte del millón de cabezas que engordan en esta ubérrima tierra cuya superficie ronda 1,8 millones de hectáreas. Y a lo largo de 320 kilómetros.
Es que los ganaderos del Delta no se pueden arriesgar. En 2007, la creciente mató a más de 300.000 vacas, novillos, vaquillonas y terneros. Ahora sacan los animales a razón de 100 a 120 cabezas por barcaza, a razón de $1.700 cada viaje. "Son unos 500 por hora", señalaron Santiago "Chino" Sanz y Carlos Bartolomé.
Esta vez, la voz de alarma sonó en julio, pero la creciente anunciada para el 17 de noviembre ya está aquí. El agua avanzó sobre el Delta Superior, desde Diamante a Villa Constitución, y ya muerde las zonas bajas del Delta Medio, desde Victoria hasta Puerto Ibicuy.
Los novillos salen con poco peso -unos 300/350 kilos- en lugar de los 500 que habrían alcanzado en febrero. Su destino es algún feed lot, el aguante en alguna tierra que consigan sus dueños, o bien la venta para conservar junto con las vacas viejas o vacías. En este caso, apenas rozan los $ 2,10 por kilo vivo, o unos $ 4 en el gancho.
Iparraguerre ironizó que "así es la naturaleza". Pero lo cierto es que no es cosa de todos los días evacuar de apuro a un millón de cabezas de ganado.
Oscar Larracoechea, presidente de la Rural de Victoria, dijo que "a este ritmo vamos a terminar en Navidad". Pero, para esa fecha, muchos animales habrán perecido ahogados.
Como van las cosas, sólo en las islas cercanas a Victoria, harán falta unos 2.000 viajes en barcaza para poner a salvo 230.000 animales. "Empezamos los madrugadores, la semana que viene va a ser una catástrofe", contó Iparraguerre sobre los que juegan al límite. En la isla ya tiene encerradas 450 cabezas para trasladar "y otra cantidad superior la vamos a juntar para el martes".
Parado sobre la orilla y aguantando un viento sur que levantaba olas en el arroyo Barrancoso, Francisco "Pancho" Arce, confesó que se retira. La noticia no saldrá por la radio de Masiá, su pueblo. Arce tiene 50 años y aspecto agobiado: "Basta para mí, la hacienda vale igual que hace 4 años y con los 120 que acabo de bajar de la barcaza, ni siquiera recupero lo invertido", contó.
Entre los 30 camiones jaula que esperan a las barcazas en Puerto Barrancoso, el productor Roberto Cardozo (44) coincide: "Es la naturaleza". Tiene que sacar 3.800 cabezas de La Invernada, la isla que alquila a razón de $ 5 a $ 6 la hectárea. "Saqué animales con 380 kilos y el 80 % va a feed lot, hasta ahora con un precio firme, pero que va a bajar con tanta oferta".
Las cifras de la evacuación son gigantescas, pues para un millón de cabezas, harán falta unos 8.500 viajes de barcaza. En tierra, esto se multiplica por unos 25.000 viajes en camión.
|
|
|