Una movilización de más de 100 vecinos de esta villa turística que viven en las cercanías de los piletones de tratamiento de líquidos cloacales de ARSA se concentró ayer en el acceso al balneario para dirigirse a la delegación y a la sede de la empresa, en reclamo por los nauseabundos olores que se desprenden del predio y por su falta de mantenimiento.
Los vecinos partieron cerca de las 9 hacia la delegación, dónde se entrevistaron con el secretario de Obras Públicas, Claudio Palomequez, y el delegado del balneario, Humberto Ghione.
"En abril elevamos un petitorio a ARSA y hasta hoy no tenemos respuesta, porque no sólo nos vemos afectados por los olores que salen del lugar sino que solicitamos que se repare el cerco perimetral para evitar que ingresen animales y caigan en las piletas, lo que representa un riesgo latente para los niños. También pedimos que cubran los piletones y pongan en funcionamiento los aireadores", dijo uno de los vecinos.
Además los vecinos se quejaron por "los numerosos casos de dermatitis que están afectando a nuestros hijos por la contaminación y los desbordes de líquidos es un foco infeccioso, teniendo en cuenta que epidemias como el dengue pueden convertirlo en un peligroso".
"Uno de los funcionarios nos acompañó hasta ARSA, donde recibimos la promesa de contar con la visita de una de sus autoridades mañana, para plantearle directamente nuestros reclamos", expresó un vecino.
Por otra parte, en la delegación municipal los participantes de la marcha y las autoridades municipales elaboraron un pedido que será elevado a la defensora del Pueblo, Ana Piccinini, para que interceda ante ARSA a realizar las modificaciones necesarias para dejar el predio en condiciones, más allá de elaborar un proyecto para que en un futuro inmediato las piletas depuradoras se trasladen a un espacio más alejado del casco urbano.