Autoridades de Defensa Civil y otras entidades locales conformaron un comando de operaciones para prevenir las consecuencias que podría acarrear la próxima crecida del río Paraná, cuyo pico máximo se estima que llegará a mediados de noviembre.
En tanto, el Instituto Nacional del Agua (INA) evaluó que más de 2 millones de cabezas de ganado deberán ser transportadas a tierra firme en los próximos días.
"Estimamos que para esa instancia estaremos preparados, porque ya hemos comenzado con la prevención. Se trata de no alarmar a la población, pero sí alertarla y que no haya inconvenientes", señaló el responsable de Defensa Civil municipal, Jorge Spagnoli.
En ese contexto, representantes de Defensa Civil, el municipio, bomberos y Prefectura conformaron ayer un comando de operaciones para coordinar las próximas acciones.
"En primer lugar estamos comunicando, sin alarmar, la situación a la comunidad. A la vez, comenzamos las tareas para afrontar las consecuencias de la crecida en los barrios costeros de la ciudad", explicó el funcionario.
Así, ya están en marcha los trabajos de limpieza de desagües en barrios de la costa, y se encuentran alistadas bombas para extraer agua si la situación se torna complicada.
En esta ciudad la altura del río registró ayer 2,86 metros, pero para noviembre se aguarda que llegue a un pico máximo de entre 4 y 4,5 metros, los valores previstos para el alerta y la evacuación, respectivamente.
"Desde la provincia nos han dado instrucciones teniendo en cuenta la situación que se aproxima. Tenemos que realizar ya un relevamiento de pobladores en riesgo tanto en la zona ribereña como en la isla, y comenzar a trabajar porque es mucha el agua que se viene, ya que sigue lloviendo en el norte de Brasil", sostuvo Spagnoli.
"Ante la necesidad de que haga falta evacuar personas, los dos refugios que tenemos en nuestra ciudad se encuentran en perfecto estado y listos para cumplir su cometido", amplió.
En tanto, el INA explicó en un informe que la crecida se debe a las intensas lluvias que se registran en las cuencas de los ríos Uruguay, Iguazú y Paranapanema, donde en octubre se acentuaron las precipitaciones.
"Esto llevó al llenado por completo del cauce del río Paraná en territorio argentino, el cual estaba hasta agosto unos metros por debajo de lo normal, y actualmente ha alcanzando los niveles de alerta en todos los puertos. No se descarta que puedan ocurrir nuevas precipitaciones durante noviembre", indicaron.
En el mismo informe, el INA estimó que en las próximas dos semanas sería necesario trasladar a tierra firme unos dos millones de cabezas de ganado que se encuentra en zona de islas que padecerán las consecuencias de la crecida.
Víboras. Uno de los primeros efectos de la incipiente crecida del río fue el hallazgo de algunas víboras en la zona del puerto de cabotaje, entre ellas una yarará, según revelaron voceros de la Prefectura Naval local.
|
|
|