Al parate en la construcción del colector cloacal de La Florida y la rambla Catalunya ahora se sumaría otra paralización de obra pública en la ciudad, también porque Aguas Santafesinas SA (Assa) adeuda los pagos. El barrio damnificado será esta vez Bella Vista Oeste, donde la firma Edeca SA ejecuta la red cloacal que los vecinos esperan hace 20 años y, pese a estar en marcha las obras, ya se acumuló una deuda por 1.580.000 pesos. El otro barrio donde se tienden cloacas es Azcuénaga Sur: allí también hay atrasos en los certificados, pero la firma Mundo Construcciones está a la espera de que Assa regularice los pagos y, aunque con cuadrillas “bastante reducidas”, siguen los trabajos.
Las obras en los dos barrios fueron anunciadas por las autoridades de la provincia y el municipio con bombos y platillos, conscientes de que se trata de una vieja demanda de los vecinos, que llevan décadas a la espera de las cloacas.
Con un plazo de ejecución de 12 meses, los trabajos consisten en el tendido de 25 mil metros de cañerías y la construcción de 3.200 conexiones domiciliarias entre los dos barrios. El beneficio alcanza a unos 13 mil habitantes y supone una inversión de 15 millones de pesos.
Pero si bien las obras arrancaron el 20 de julio, a los escasos tres meses ya aparecieron serios riesgos de paralización.
Fuentes de Edeca SA, al frente de los trabajos en Bella Vista Oeste, aseguraron a La?Capital que las promesas de pago se repiten desde que largó la obra, pero ya llevan “colgados tres o cuatro certificados”, lo que equivale a 1,58 millón de pesos, sin que nadie los abone.
El compromiso asumido verbalmente por directivos de Assa fue que pagarían los dos primeros certificados por un millón de pesos y el resto en cheques a 45 días. Pero hasta ahora no llegó “nada de nada”.
“A partir del lunes no vamos a poder seguir adelante, porque si bien mantuvimos hasta ahora el trabajo de forma menos intensiva, cada vez se junta más deuda”, explicó un directivo de la firma que pidió reserva de su identidad.
El trabajo a reglamento también ha llevado a suspender el arreglo de las calles del barrio, ya perforadas. Por eso, desde la propia empresa advierten que si llega a llover los vecinos tendrán problemas con el barro. Sin embargo, aseguran que la paciencia no alcanza para poder enfrentar sus propios compromisos y que no les quedará otra que parar las máquinas.
La decisión de paralizar las obras hasta que llegue el dinero equivaldrá, además, a tener que suspender de 40 a 50 operarios. El mismo problema que enfrentan hoy 70 empleados de la firma Obring SA en la obra del colector cloacal ribereño, y por idéntica razón: falta de pago por parte de Assa.
Sin financiamiento.?Según explicaron desde Edeca, ya no tienen “posibilidades de dar más financiamiento”. Y no sólo a Assa, a la que la provincia parece no estar transfiriendo las partidas para obras, sino a otras jurisdicciones del Estado en distintas zonas del país.
El escenario ya preocupa en Bella Vista. El titular de la vecinal, Miguel Bondi, dijo que si los trabajos se paran “sería un verdadero desastre” y que desde hace un tiempo ya se viene viendo “un freno de a poco en la obras, que habían arrancado con furia”.
El hombre confió en la palabra de un directivo de Assa, que ayer le prometió que “los pagos van a quedar regularizados la próxima semana”.
La otra adjudicataria del tendido cloacal, Mundo Construcciones, a cargo de Azcuénaga Sur, admitió que los pagos tampoco aparecen para ellos, pero prefirieron seguir otorgando crédito, “a la espera de que Assa dé una respuesta” en los próximos días.
El directivo de la firma Renato Franzoni sostuvo que, si bien los trabajos van “bastante más lentos” y “se redujeron las cuadrillas de operarios”, nada ha quedado paralizado en el barrio. Es más, aseguró que el bajón en el ritmo de obra no resentirá los plazos porque “se estaba trabajando por encima de la curva prevista”.
Eso sí: “a la espera de una pronta respuesta de Assa” para ver cómo seguir “ante el problema con los pagos de certificados” de obra.
También desde la vecinal Azcuénaga Sur mostraron inquietud. “Acá se sigue trabajando con normalidad, pero es cierto que disminuyó bastante el número de operarios”, aseguró la presidenta de la entidad, Patricia Rosas.
Por las dudas, la vecinalista abrió el paraguas: “Tengan por seguro que si acá llegan a parar las obras que esperamos hace 30 años, no va a quedar nadie sin enterarse”. Y no es para menos.
Lentos
Otra obra que viene lento es la remodelación de la avenida Travesía. “La versión es que hace dos meses la empresa está esperando que entren cheques para retomar el ritmo de trabajo. La verdad es que al principio había más de 150 operarios y hoy, como mucho, hay diez haciendo una veredita”, advirtió el titular de la vecinal Empalme Graneros, Osvaldo Ortolani.
Los grandes anuncios de la campaña
Opinión, por Diego Veiga
En lo que va de esta semana se vio cómo obras anunciadas con bombos y platillos poco antes de las elecciones empezaron a frenar su ritmo por falta de fondos. Y si no que lo cuenten los vecinos del barrio Bella Vista, que cruzan los dedos esperando que no llueva para no tener que atravesar el barrial que dejará la empresa que está haciendo las cloacas, que aseguró que no seguirá si no le pagan.
¿Esta no es la misma obra que se anunció el 30 de julio con muchos funcionarios, hoy algunos concejales electos, posando para lo foto? Lo concreto es que las elecciones del 27 de septiembre ya pasaron y ahora la realidad muestra otra fotografía, tal vez no tan alegre para los despachos
oficiales.
En La Florida, en tanto, los trabajos también se paralizaron y la empresa que hacía el desagüe cloacal tuvo que suspender a 70 operarios. En el Heca, esa magnífica obra que se erige como referente sanitario y de emergencia de la región, los propios médicos denuncian que están trabajando al límite y casi sin guantes y jeringas. ¿Por qué? Otra vez por los atrasos en los pagos a los proveedores.
Y ni hablar de los reclamos de aumentos salariales como el de los docentes. La respuesta es tajante: no hay plata para incrementos.
Más allá del signo político que gobierne, para quien está al frente de la administración pública los números más lindos son esos que se dicen casi a gritos y en plena campaña. Y una vez que la gente votó, afloran los problemas de caja. Esos mismos que no permiten avanzar una obra a buen ritmo, pero que, cuando llueve, no embarran los zapatos de quienes están en los despachos oficiales. Total, el problema es de quienes no tienen cloacas.
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