Si bien ya hubo algunos días con temperaturas bastante elevadas para la época, lo que se viene
de hoy hasta el fin de semana -de cumplirse el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional-, con marcas que pueden llegar hasta los 40 grados, sin tener en cuenta lo que puede llegar a suceder con la sensación, pondrán a prueba el sistema de provisión de agua potable en la ciudad, además de la habitual falta de presión para llegar a los tanques ubicados en determinadas alturas.
Ya esta temporada, incluso sin registros de temperaturas muy altas, se produjeron problemas por la falta de provisión de agua, lo cual deja suponer que la situación se agravará en estos días, cuando la demanda se incrementará como suele acontecer cuando se eleva la canícula y además lo hace en forma sostenida, como se anuncia en este caso al menos hasta el próximo sábado.
Recordemos que la dirigencia de ASSA, en una visita realizada al Concejo Municipal el pasado 14 del mes de octubre, deslizó que en el verano que se avecina Rafaela reiterará los problemas que le son comunes a estos últimos años, en que el agua que proviene del sistema del acueducto desde Esperanza, a lo cual ahora se ha sumado la planta de ósmosis inversa, no alcanza para satisfacer los requerimientos.
Además, y conviene recordarlo, existe una red de distribución desvencijada, la cual, al ser inyectada por mayor cantidad de agua que lo medianamente habitual, comienza a provocar pérdidas que no hacen otra cosa que agravar el problema.
Queda visto entonces, que en lo único que se ha avanzado en las últimas décadas es en la instalación de la planta de ósmosis inversa, la cual provee un porcentaje menor en relación a las necesidades, mientras que la demanda se ha ido incrementando sostenidamente, con la habilitación de nuevos barrios. Hoy, la ciudad cuenta con casi 100.000 habitantes que demandan agua, contándose con igual sistema que hace varias décadas en que se construyó el acueducto Esperanza-Rafaela, con el solo agregado de la planta de ósmosis inversa.
Los problemas que padece la ciudad son generalmente de falta de presión, tanto por la escasa cantidad de agua disponible, pero también por no poder inyectarla en la medida necesaria en la red, pues comienzan a aparecer las pinchaduras del sistema. Pero además de la carencia de presión, en días de elevada demanda -como puede ocurrir de hoy al sábado- también se advierte directamente la falta de agua.
Numerosos son los barrios que sufren más directamente las consecuencias, cuyos reclamos vecinales seguramente se habrán de escuchar en estos días, de darse la situación anticipada de tener que soportar tales registros de temperaturas.
ACUEDUCTO
La exclusiva solución para Rafaela es el nuevo Acueducto Norte, ese mismo que viene siendo reiteradamente postergado en su proceso licitatorio.
Es que hasta que no se tenga la conexión a un nuevo sistema, siempre se padecerá la falta de agua, pues todo lo que se viene haciendo, como las plantas de ósmosis o el mejoramiento de la producción de los pozos en la zona de captación en Esperanza, son solamente parches.
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