Con un comportamiento errático en su curso superior, el río Paraná mantiene niveles de ascenso que ya generan preocupación en las autoridades de varias provincias. Hoy, en Iguazú, registraba 27,60 metros, en bajante, mientras que en Barranquera, Chaco, el hidrómetro marcó 6,56 metros, con un ascenso de once centímetros en pocas horas, con lo cual se superó la marca (6,40) que establece la vigencia de la etapa evacuación.
“El cauce experimentará importantes crecidas para mediados de noviembre”, según estudios y pronósticos realizados por el Instituto Nacional del Agua, dependiente del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. La creciente, de acuerdo al informe, afectará actividades ganaderas en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. Esto se debe al aumento de caudal del agua en la alta cuenca del Paraná a la altura de la provincia de Misiones.
Según estimaciones, como consecuencia de la creciente será necesario mover dos millones de cabezas de ganado.
La crecida se debe a las intensas lluvias en las cuencas de los ríos Uruguay, Iguazú y Paranapanema, que en octubre acentuaron sus precipitaciones.
Sobre el río Iguazú en octubre se produjeron dos picos de crecida muy importantes luego de un largo período lluvioso desde la tercera semana de julio.
El informe señala que “si bien es normal que llueva durante la primavera sobre las cuencas del Iguazú, en la región del Guaira y en la cuenca del Paranapanema, las precipitaciones ocurridas están muy por encima de lo normal”.
“Esto llevó al llenado por completo del cauce del río Paraná en territorio argentino, el cual estaba hasta agosto 2 metros por debajo de lo normal y actualmente ha alcanzando los niveles de alerta en todos los puertos. No se descarta que puedan ocurrir nuevas precipitaciones durante noviembre”, indica finalmente el informe.
Se indicó además, que las lluvias que se vienen acumulando en Brasil y Misiones hicieron que las represas brasileñas y la del complejo Yacyretá aumenten su volumen y hoy distribuyan más cantidad de agua de la que estaba prevista.

Norte santafesino
El presidente comunal de Romang, Sergio Ramseyer, aseguró que la situación por el momento
“está controlada” y que se prevé para el 11 de noviembre una altura de 4.80 metros en esa zona del departamento San Javier.
“Miramos el hidrómetro con preocupación pero con serenidad para encarar el trabajo en esta zona. Estamos trabajando en conjunto con las distintas instituciones intermedias y bomberos, policía y policía rural”, sostuvo Ramseyer, quien confirmó que, si bien hasta el momento no hay grandes dificultades en la costa, “se está trabajando intensamente en las defensas y las bombas, para evitar mayores inconvenientes para cuando se prevea la mayor crecida del Paraná”.

Mal negocio
En la zona de islas del departamento San Javier existe un rodeo aproximado de 135 mil cabezas, que incluye animales provenientes de Entre Ríos y Corrientes. El 80 por ciento de los ganaderos tiene hasta 200 cabezas. La situación los obliga a enviar los animales a faena ante la escasa oferta de campos disponibles para pastura. Además, los precios que se piden para pastaje (que a veces llega hasta 50 pesos por animal por mes) resultan inaccesibles para muchos pequeños ganaderos que subsisten de la actividad, por lo que se ven obligados a vender.

Medidas preventivas
Federación Agraria Argentina (FAA) alertó hoy que “dentro de 20 días” se espera que se produzca la crecida del río Paraná en la zona del delta entrerriano, y puntualizó que el gobierno “todavía no tomó ninguna de las medidas preventivas” que habían sido prometidas para proteger a los productores.
“No hemos tomado conocimiento de que estén previstas medidas que faciliten la movilización de ganado que es necesario hacer”, indicó FAA por medio de un comunicado. Allí subrayó que “se estima en alrededor de 20 días la llegada de la punta de la crecida a la zona de islas”, y remarcó que “hasta el momento, salvo las recomendaciones, no hay medidas que signifiquen hechos concretos para los más de 4.000 productores de hasta 50 cabezas, de acuerdo con lo informado por el director general de Ganadería de Entre Ríos, Edgardo Churruarín”.
“Declaramos también nuestra profunda desazón ante la declaración de la intendenta (de Villa Paranasito, Carmen) Toller, de que el Ejército no dispone de campos para los isleños porque los tiene afectados a la producción de soja”, puntualizó la entidad agraria.
Al respecto, hizo “un llamado a la reflexión a las autoridades políticas en el sentido de que es difícil de admitir que las Fuerzas Armadas argentinas, que existen para la protección de vidas y bienes de los argentinos se encuentren en una situación como la expresada. Es imprescindible que para la emergencia existan zonas de reserva para actuar como refugio a fin de no dejar a miles de personas sin su capital mínimo de trabajo”.