Un nuevo tifón, el Mirinae, se convirtió hoy en el cuarto de la temporada en avanzar hacia Filipinas y se fortalece en el Pacífico con la mira puesta en Luzón.
Con vientos de 160 kilómetros por hora, el meteoro tomó rumbo oeste hacia la principal isla del archipiélago filipino y se pronostica que, de mantener el rumbo, debe tocar ese territorio el próximo domingo, dijo el secretario de Defensa, Gilberto Teodoro.
Teodoro señaló que la coincidencia de esa previsión con la celebración del día de todos los santos en el país, implica mayor esfuerzo para instar a la población a descartar viajes de visitas a familiares y amigos.
La fecha genera un considerable tráfico marítimo entre las alrededor de siete mil islas filipinas, que registran este año graves accidentes de ferrys.
Según los Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos (PAGASA por su sigla en inglés), el tifón se encontraba esta mañana a unos mil kilómetros al este de Luzón, pero en la tarde esa distancia será de 710, y se mueve a una velocidad de 24 kilómetros por hora.
Por el momento las autoridades alertaron de posibles inundaciones y deslaves de tierra en los saturados suelos de esa región insular, golpeada sucesivamente en el puente septiembre-octubre por los tifones Ketsana y Parma.
El saldo de esas tempestades fue de más de 800 muertos y daños materiales por 803 millones de dólares, dijo ayer la defensa civil, mientras los damnificados superaron el medio millón y unas 120 mil personas permanecen refugiadas en centros de evacuación.
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