El constante movimiento de hacienda en zonas de islas y campos costeros, debido a la creciente que experimenta el río Paraná por estos días, obligó a los técnicos y autoridades de la Fundación Correntina para la Sanidad Animal (Fucosa) a rediagramar el operativo de vacunación contra la fiebre aftosa, que comenzó el pasado 15 de octubre. En este caso, si bien restan definir algunos detalles técnicos, desde el Comité Ejecutivo de la entidad sanitaria adelantaron que se dará prioridad a la vacunación en las zonas más cercanas a la cuenca del Paraná, además de las zonas de islas.
El avance de las aguas del Paraná sobre campos costeros de toda la provincia está obligando a los productores ganaderos a trasladar su hacienda hacia zonas más altas. Por estos días puede apreciarse un constante movimiento de camiones “jaula” trasladando ganado, no precisamente a faena, sino en busca de resguardo ante la creciente del río.
Sin embargo, desde la Fucosa advirtieron que para el traslado la hacienda necesita ineludiblemente estar vacunada contra la fiebre aftosa. Ante la necesidad de los ganaderos de mover sus animales, desde el ente sanitario adelantaron que están rediagramando el operativo de la segunda campaña de vacunación antiaftosa que comenzó a mediados de este mes.
Concretamente, se dará prioridad a la vacunación en zonas de islas y campos lindantes con el Paraná, donde desde la semana pasada se está produciendo un constante movimiento de tropas por el peligro que corre el ganado ante el avance del río. “La semana que viene vamos a juntarnos con el asesor técnico de la Fucosa (Miguel Cabrera) y vamos a acordar un plan, porque necesariamente los animales tienen que estar vacunados para que se realicen traslados”, dijo a El Litoral el presidente de la Fucosa, Jorge Estigarribia.
En este caso, Estigarribia comentó que los mayores inconvenientes se están produciendo en todos los campos ganaderos que se encuentran en la costa del Paraná, y en las zonas de islas, frente a las costas de Corrientes, Empedrado, Bella Vista, Goya y Esquina, principalmente. “En estos lugares los productores están sacando su hacienda hacia lugares más altos, pero tenemos que ver una manera de que se vacunen todos los animales de Corrientes, porque ese es nuestro compromiso con el Senasa”, dijo el dirigente oriundo de Sauce.
Respecto a si este fenómeno retrasará los trabajos de los vacunadores, Estigarribia sostuvo que “el operativo se viene desarrollando en muy buen tiempo, y encontramos el ganado un poco mejor de lo que pensábamos. No creo que la creciente nos atrase más del 15 de diciembre”, concluyó el titular de la Fucosa.
Unas 1.500 cabezas para trasladar
La zona de Ituzaingó es una de las más castigadas por la creciente, y los ganaderos que tienen sus animales en las islas y campos linderos al río Paraná no son la excepción. En este caso, el intendente de esa ciudad ribereña, Manuel Valdes, informó a El Litoral que deben trasladar unas 1.500 cabezas que se encuentran en peligro por el avance del río, aunque hasta ayer sólo habían podido sacar entre 200 y 300.
En este caso, el problema radicaría en la falta de balsas y botes adecuados para el traslado de animales en esa región, lo que hace lento el operativo y pone en serio riesgo la producción ganadera.
Según informó el intendente Valdes, sólo hay un barco trabajando en el traslado de los animales, y el Municipio de Ituzaingó está construyendo una balsa para hacer más eficiente el trabajo.
No obstante, los ganaderos, sobre todo los que tienen su tropa en la Isla Apipé, están atravesando momentos de incertidumbre ante el avance del río, y los pronósticos no son alentadores para esa zona del Alto Paraná. (Ver página 19)
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