La temperatura llegó a 42 grados y agravó el drama de la sequía -la peor de los últimos 30 años- que padecen los habitantes de las sierras cordobesas.
Ayer, el intenso calor y fuertes vientos provocaron doce incendios forestales y también nubes de tierra que dificultaron la visibilidad en las rutas del sur provincial. En la zona de Agua de Oro, el fuego obligó a evacuar a 12 vecinos.
También ardieron montes en el paraje La Praviana, cerca de Villa Ciudad América, y en el paraje La Paz, en el valle de Traslasierra.
En medio del intenso calor y fuerte viento, trabajaron numerosas dotaciones de bomberos y aviones hidrantes para contener las llamas.
Mientras tanto, la policía caminera tuvo que hacer cortes para evitar accidentes. Hace una semana, fuertes vientos levantaron polvareda en la autopista Córdoba-Rosario, a la altura de Toledo, lo que causó un choque en cadena, en el que murieron tres personas.
El intendente de Carlos Paz, Carlos Felpeto, decretó la emergencia hídrica en esa ciudad de 60.000 habitantes y prohibió el lavado de veredas, patios y vehículos, llenado de piletas y riego de parques y jardines.
Jorge Bodio, titular de la cooperativa de agua de la villa, dispuso que los cortes rotativos del suministro, que se producirán en el fin de semana, cuando llegan muchos turistas desde la capital cordobesa y otros puntos de la provincia, por lo que aumenta el consumo.
El elevado consumo de agua colapsó el alicaído sistema en muchos lugares, en particular de las Sierras Chicas, donde el exiguo caudal de los ríos no alcanzó para cubrir la demanda.
En Río Ceballos y Villa Carlos Paz, dispusieron cortes rotativos de agua en procura de regular el consumo.
La falta de agua tiene a maltraer a la mayoría de los pueblos de esa zona. La alerta roja lanzada por las autoridades de Villa Carlos Paz desató la inquietud generalizada.
El gobernador Juan Schiaretti solicitó a los vecinos de la capital provincial que cuidaran el agua y no la derrocharan.
Además, reiteró: "Córdoba tiene que encarar obras importantes para los próximos 20 o 30 años, como traer agua desde el río Paraná o de la cuenca del río Dulce antes de llegar a la laguna Mar Chiquita para garantizar el suministro de agua".
Controlarán el derroche
En la capital cordobesa, si bien el problema no es tan acuciante, las autoridades provinciales y municipales, junto con la concesionaria Aguas Cordobesas, anticiparon que se iniciarán operativos con 150 inspectores para sancionar el derroche de agua.
El Código de Faltas municipal establece multas de 290 a 2000 pesos por derrochar agua en una vivienda familiar, de 2500 a 5000 pesos si es para piletas, y de hasta 50.000 pesos si esto ocurre en un comercio o industria.
El subsecretario de Recursos Hídricos de la provincia, Javier Masih, afirmó que en las actuales condiciones el agua está asegurada hasta diciembre, aunque se esperan lluvias antes de esa fecha.
En las principales localidades serranas comenzó a racionarse el consumo de agua, debido a que los ríos que abastecen las plantas potabilizadoras se encuentran con caudales ínfimos.
En Río Ceballos, el dique La Quebrada, fuente de abastecimiento, tiene escasos 10 metros de altura, menos de la mitad de su cota normal. El intendente, Gaspar Lemos, tras analizar la situación con sus colegas de Unquillo y Mendiolaza, denunció que esta crisis obedece a la falta de obras comprometidas por la provincia.
Susana y Daniel Doffo, de la localidad de Villa Animí, dijeron que desde hace un mes y medio carecen de suministro porque "los ríos están secos". En tanto, una almacenera de La Granja se quejó porque mientras los vecinos padecen la falta de agua, los dueños de casas de veraneo llegan los fines de semana y derrochan el vital elemento para regar los parques.
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