Desde ayer, las ciudades situadas a la vera del río Paraná están en alerta debido a la crecida de sus aguas, que en algunos puntos el nivel superó la altura máxima de 6,50 metros.
El intendente de la ciudad de Santa Fe, Mario Barletta, anunció ayer que, por la crecida del río Paraná, más de 2000 personas serán evacuadas desde la zona ribereña. En tanto, en la ciudad de Corrientes, unas 700 personas ya debieron abandonar sus hogares debido a que allí la crecida del río llegó a los 6,77 metros.
El director de Defensa Civil de la ciudad de Corrientes, Bruno Lovinson, afirmó a la agencia Télam que la totalidad de los evacuados fueron reubicados y son asistidos con alimentos y controles médicos.
El funcionario explicó que no sólo se evacuó a las familias afectadas, sino también a quienes están en riesgo o tienen el agua a dos o tres metros de sus casas.
"Les entregamos a cada uno chapas y un módulo de alimentos no perecederos, que alcanzará para varios días", dijo Lovinson, y agregó que también son asistidos en forma sanitaria.
Los afectados son habitantes de la zona ribereña de 17 barrios de la capital correntina y no se descarta que se incrementen, teniendo en cuenta las lluvias que se cree que caerán en los próximos meses y que repercutirán en el crecimiento del río Paraná.
Lovinson detalló que la asistencia de los afectados es total y que los barrios con más evacuados son los más populosos de la zona costera, como Costa Esperanza, Río Paraná y Punta Taitalo, entre otros.
En la ciudad de Santa Fe, los barrios La Vuelta del Paraguayo y un asentamiento cercano al hipermercado Walmart, a la vera de la ruta nacional 168 (que une esta ciudad con Paraná, Entre Ríos), son los más afectados por la crecida.
Allí continúa la evacuación de ganado en las islas, de Reconquista (al Norte) y Rosario (al Sur). Se calcula que unas 300.000 cabezas de ganado están en peligro por el avance de las aguas.
En la zona de islas aledañas a la conexión vial Rosario-Victoria, y desde la concesionaria reclamaron precaución a los automovilistas ante la presencia de una cantidad considerable de camiones jaula en la traza.
Según fuentes gubernamentales, el río llegaría en las próximas horas a su pico previsto en los 6,75 o 6,80 metros y desde entonces ingresaría en una lenta curva descendente, y aclararon: "Esto está sujeto a que no se presenten nuevas lluvias en las altas cuencas".
Desde la Prefectura Naval, en Corrientes, se indicó que la tendencia del río Paraná es de estacionamiento debido a que los puertos de las altas cuencas han comenzado a descender, como en el caso de Andresito, que bajó 37 centímetros y ahora está en los 3,68 metros, y el Iguazú, que retrocedió un metro para ubicarse en los 25,60 metros.
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