Es dramática la situación de los habitantes del interior provincial ante la falta de lluvias, pues carecen de agua tanto para el consumo humano como para dar de beber a sus animales o regar terrenos para producir al menos en pequeñas escalas.
Represas o depósitos secos o con escaso nivel de agua ponen en peligro el funcionamiento de las plantas potabilizadoras de grandes conglomerados como Frías, Pinto o Campo Gallo, que comenzaron a tener problemas con la provisión a través de la red domiciliaria, y por lo tanto solicitaron a la población que extreme los recaudos para cuidar este preciado bien.
Muchos santiagueños que viven de la crianza de ganado menor, ven cómo día a día van perdiendo sus animalitos, ya que si no mueren de sed, se convierten en elemento de canje por unos litros de agua que les provee algún particular.
Mientras tanto, las municipalidades o comisiones municipales tratan de asistir a los pobladores de las zonas más afectadas, lo que también les genera un serio inconveniente ya que la falta de lluvias dejó intransitables los caminos vecinales con lo que se corre el riesgo de romper los vehículos oficiales.
Faltan medios para el transporte
En el interior del departamento Quebrachos el problema se presenta por falta de lluvias; el reencauzamiento del río Dulce a la altura de Los Toloza (Atamisqui) y la falta de medios para poder brindar los servicios de trasporte de agua a las zonas rurales.
Todo esto hace que el pequeño productor se vea perjudicado con la muerte de sus animales, por la falta de pasturas y agua para sus animales, e incluso existen zonas donde para poder contar con agua para el consumo humano deben trasladar en bidón varios kilómetros hasta sus casas.
Vecinos de San Juan, (15 km de Sumampa) no cuentan con agua y los pocos pozos que existen en la zona no cuentan con un buen caudal y demoran en recuperarse. Muchos de ellos deben esperar su religioso turno y buena suerte por el estado de los caminos, para que les puedan llevar un camión con 8.000 litros para lo que deben pagar el combustible.
Mirta, vecina de La Tusca, dijo que la situación se hace mucho más difícil en su región ya que existen pocos pozos y para poder contar con agua para consumo, deben trasladarse varios kilómetros y traer en bidón hasta su casa.
En La Chacra, los vecinos no cuentan con agua para sus animales, y deben cuidar la que les lleva el comisionado municipal de Ramírez de Velazco.
Las zonas más perjudicadas son los parajes aledaños al río Dulce, Oratorio, Rama Paso, Puerta del Monte, San Francisco, San Carlos, Río Viejo, El Algarrobal, Fuerte Viejo, etc., que desde hace más de diez años vienen solicitando que se reencauce el río dulce, ya que no cuentan con agua y sus pocos animales terminan muriéndose o vendiéndolos a bajos precios porque muchos de ellos no cuentan con posibilidades en la zona por la falta de agua y pasturas para su subsistencia. ?
Ganado en peligro en Copo
El ganado en pie está padeciendo la falta de agua por las escasas lluvias registradas en el campo. El paisaje que se observa a diario es el constante ir y venir de tractores remolcando tanques con agua y camiones cisterna que ayudan a los productores ganaderos a hacer llegar un poco de agua desde una represa de la planta potabilizadora para sus animales.La intendenta Viviana Campos dijo que de no producirse lluvias en 10 días el panorama se verá complicado porque la municipalidad ya no puede hacer frente a la solicitud de productores ganaderos. Reveló que de las tres represas públicas que son abastecidas a través del Canal de Dios una está destinada a proveer a los productores rurales, y a pesar de ello ya sufrieron la muerte de animales vacunos y yeguarizos.
Productores, en alerta
Productores del interior del departamento Río Hondo hicieron conocer su preocupación por la falta de precipitaciones que estimulen la reciente siembra de maíz, calabaza, zapallos y sandías. Se trata de pobladores oriundos de El Manantial, Isla de los Castillos y La Soledad quienes revelaron que la baja del nivel del embalse Río Hondo es “considerable” en comparación de hace dos años.“Realmente nunca vimos esto, es muy bajo el cauce y tenemos temor por nuestros animales que van en busca de agua y se quedan pegados en ese barro, por suerte no murió ninguno hasta ahora, pero si la mano sigue así, perjudicará el alimento de los animales”, expresó Néstor Salvatierra de El Manantial.
Frías, en emergencia hídrica
Los ochos meses sin lluvias que soporta la zona -que a esta altura ya consolidan una sequía histórica- y la ola de calor que golpea cada vez más fuerte han resentido el servicio de provisión de agua en la ciudad, al extremo que el municipio declaró días pasados la emergencia hídrica e inmediatamente inició junto al gobierno de la provincia un plan para solucionar el problema.
El intendente Fernando Salim precisó que esta medida se la tomó luego de realizar un estudio geológico sobre las napas freáticas, los que arrojaron un preocupante resultado: “Los especialistas nos informaron que las reservas naturales de agua dulce con las que se abastece toda la población de Frías y la de Choya han bajado sustancialmente su caudal generando un estado de depresión considerable”.
Ante a esta situación, la primera medida fue el cierre provisorio de los pozos desde donde empresas o particulares extraían sin control el agua.
“Entre el Gobierno de la provincia y el municipio se ha logrado la urgente construcción de un nuevo pozo en barrio 24 de Septiembre, cuya perforación está en su etapa final y si todo marcha como hasta ahora, la semana que viene se va a reestablecer el servicio en este sector”, reveló el jefe comunal.
Conflicto entre vecinos por el agua de represas
La sequía más prolongada de los últimos tiempos que padecen los habitantes del interior del departamento comenzó a generar conflictos por la utilización de las represas públicas y del agua que se acopia en establecimientos escolares, lugar donde muchos pobladores encuentran la última reserva de agua potable.
Según una consulta realizada a pobladores del interior loretano, una familia consume en la actualidad 200 litros de agua por día, los que se obtienen de represas o de las napas subterráneas a las que acceden cavando pozos, sin que se tenga la certeza de que es apta para el consumo humano.
Así, el agua de las represas o las que se acumula en aljibes o cisternas de las escuelas rurales comienza a ser centro de la disputa de los pobladores lo que genera tensión. Hasta las escuelas llegan los vecinos en zorras cargadas con tachos de 200 litros, con el fin de aprovisionarse del vital elemento que también es esencial para el funcionamiento del establecimiento.
“La situación es desesperante, tenemos un solo camión para llevar agua para el interior del departamento y con otro damos respuestas a los pobladores de la zona suburbana”, informó el intendente Quinto Mastroiacovo.
Asistencia constante
La sequía que golpea desde hace ocho meses al interior choyano motivó que la Comisión Municipal de esta localidad realice ocho viajes diarios a parajes alejados de su ejido municipal para abastecerlos de agua.
Se transporta hacia 25 de Mayo de Banegas, San Lorenzo y San Antonio, todos ellos al oeste de la localidad choyana.
Se traslada cerca de 64.000 litros desde la cisterna ubicada en el pueblo y desde un pozo ubicado en el paraje La Esperanza.
Pero también la falta de lluvias tornó intransitables los caminos, y los vehículos ya no pueden llegar a más de 20 kilómetros.
“Estamos teniendo serios inconvenientes para pasar con los caminos. Así que de no llover, varios parajes van a quedar aislados completamente sin que podamos llegar hasta ellos”, fue el lamento de Edmundo Gómez, jefe comunal de Choya. |
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